La demora en la certificación por parte del CNAC ha suscitado preocupación entre los creadores de la película, ya que la certificación es crucial para la distribución y reconocimiento dentro de la industria cinematográfica nacional. La situación actual de «Hijos de la Revolución» resalta la importancia de los procesos administrativos en la industria del cine y el impacto que pueden tener en la difusión de obras culturales
La película venezolana «Hijos de la Revolución», producida por AP Films, en presentación a la prensa manifestó su preocupación al no recibir ninguna respuesta, después de 11 meses de solicitud de su debida certificación como película venezolana, producida y realizada en Venezuela con talento venezolano. De acuerdo al lineamiento de Ley de Cinematografía Nacional, la producción exhorta al Centro Nacional Autónomo de Cinematografía (CNAC), otorgar con celeridad el derecho de toda producción cinematográfica producida y realizada en Venezuela.
La película «Hijos de la Revolución», dirigida por Carlos Caridad-Montero y producida por Amaury Mogollón bajo el sello de AP Films, ha capturado la atención del público y la crítica por su profunda mirada a los cambios políticos y sociales en Venezuela durante los últimos 25 años. La cinta, que ofrece una reflexión sobre el pasado y el presente del país a través de una historia de amor entre dos jóvenes de distintos contextos socioculturales, ha generado expectativas no solo por su contenido, sino también por el proceso de certificación que enfrenta actualmente.
La producción de «Hijos de la Revolución» ha sido un esfuerzo notable, con un importante capital humano, generando un total de 300 empleos. La filmación se llevó a cabo en la ciudad de Caracas y representa un hito para AP Films, marcando su debut en la industria cinematográfica con una inversión completamente autofinanciada.
Sin embargo, a pesar de su relevancia cultural y su contribución al empleo nacional, la película ha enfrentado obstáculos en su camino hacia la certificación como producción venezolana. Según la Ley de Cinematografía Nacional, esta certificación es crucial para el reconocimiento y la distribución de la película dentro del país. La preocupación expresada por AP Films ante la falta de respuesta del Centro Nacional Autónomo de Cinematografía (CNAC) después de 11 meses de solicitud resalta una problemática más amplia en el sector: la necesidad de un proceso de certificación más ágil y transparente que respalde y promueva la producción nacional.
El caso de «Hijos de la Revolución» no es aislado. Es reflejo de los desafíos que enfrentan muchos cineastas venezolanos que buscan contar historias que resuenen con la realidad del país y su diáspora. La película ha logrado reconocimiento internacional, siendo seleccionada para competir en festivales de renombre como el de Chicago, y se espera que su recorrido por otros festivales internacionales impulse aún más su perfil.
Es imperativo que instituciones como el CNAC reconozcan la importancia de obras como «Hijos de la Revolución» y faciliten su camino hacia las audiencias venezolanas y globales. La certificación no solo es un sello de autenticidad, sino también un apoyo esencial para que los cineastas puedan continuar creando y contribuyendo al patrimonio cultural de Venezuela.
La resolución de esta situación será un indicador clave del apoyo del Estado a la industria cinematográfica nacional y su compromiso con la cultura y las artes. Mientras tanto, «Hijos de la Revolución», que hasta ahora acumula 12 laureles, sigue siendo un testimonio de la pasión y la perseverancia de los creadores venezolanos, y un recordatorio de la riqueza de las historias que aún están por ser contadas en la gran pantalla.
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