Venezuela cierra 2021 con un estimado de 11.081 muertes violentas, para una tasa de 40,9 por cada 100.000 habitantes, de acuerdo al Observatorio Venezolano de Violencia (OVV).
El OVV presentó este martes su informe anual de violencia, en el que Roberto Briceño León, su director, explicó que los números reflejan una disminución en comparación con años anteriores.
El año pasado el observatorio registró unas 11.891 muertes violentas, para una tasa de 45,6 por cada 100.000 habitantes.
La mayoría de los casos registrados por la OVV, en total 4.003, fueron por muertes por averiguaciones, que son aquellos que permanecen sin aclarar. Este número representa que, cada día del año, 11 muertes de víctimas fatales no fueron esclarecidas.
Le siguen los homicidios, con 3.112 fallecimientos, lo que significa que se cometieron 8,5 homicidios diarios en el país. La cifra también representa 1.041 asesinatos menos que en 2020.
Las muertes registradas como “resistencia a la autoridad”, aunque “se mantienen altas”, explica el observatorio, también bajaron y quedaron en tercer lugar (2.332).
La cuarta y última categoría es la de desapariciones, que el director del observatorio explicó decidieron incorporar este año debido a un “notable incremento” (1.634 personas desaparecidas).
“Empeoramiento de la calidad de vida”
A pesar de que las cifras hablen de reducción, Briceño León expuso que, además de la pandemia, el empobrecimiento y la pérdida del poder adquisitivo han reducido lo que denominó “oportunidades de crimen del país”.
“Paradójicamente, la reducción de la mortalidad violenta en el país no es la consecuencia de unas mejores condiciones sociales, unas mejores condiciones de vida, o condiciones del estado de derecho, sino al contrario, de un empeoramiento de la calidad de vida”, dijo.
Sin embargo, cambios en el país como la dolarización y el uso de las distintas divisas también han abierto pequeños “nichos” para la delincuencia, registrando un aumento en delitos como hurtos o robos de vehículos.
Igualmente, agrega Briceño León, observaron este año lo que denominó como una “ofensiva” por parte del crimen organizado. “El crimen organizado —y sus diversas formas— pasó a retar abiertamente el monopolio de la fuerza que tiene el gobierno nacional”, comentó.
Puso como ejemplo la situación que vivieron distintas barriadas de Caracas por el enfrentamiento que se extendió durante días entre bandas criminales y fuerzas policiales, o los enfrentamiento entre grupos irregulares y el Ejército en el estado Apure.
Entre los más violento de América Latina
Al revisar la situación de la violencia en el país, el Observatorio explica que se podrá encontrar una “concentración” en zonas tradicionales —como zona centro norte— y una expansión hacia otras localidades.
La región más violenta este año resultó ser Distrito Capital, con una tasa de 77,9 muertes violentas por cada 100.000 habitantes, muy superior a la media nacional.
El director del OVV expone que, con estos datos de la violencia en el país, Venezuela “estaría ubicada junto con Honduras como los dos países más violentos” de América Latina.
Según las estimaciones de especialistas, detalló, la nación centroamericana cerraría el año 2021 con una tasa de 40 homicidios por cada 100.000 habitantes.
El ministro para las Relaciones Interiores, Justicia y Paz, Remigio Ceballos Ichaso, se ha referido al tema de la seguridad. En una entrevista realizada en agosto por el canal oficial VTV, aseguró que el gobierno pone en el centro “la prevención y la protección para la vida en materia de seguridad ciudadana”.
Pidió “tener confianza“ en la acción del Estado venezolano para “fortalecer” el sistema policial y órganos de investigación penal con mira “al desarrollo en el ámbito de la seguridad jurídica”, según reseña el canal en su página web.
VOA.
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