El operativo policial ‘Mano de Hierro’, con en el que se ha detenido a jefes militares, fiscales, alcaldes y diputados vinculados al chavismo por casos de corrupción, narcotráfico y contrabando en Venezuela, procura la disciplina interna y la “lealtad” al presidente Nicolás Maduro, opinan analistas.
Desde finales de enero el gobierno de Maduro inició una operación nacional para desmantelar bandas criminales asociadas con diversos delitos. La acción ha derivado en la detención de diferentes funcionarios, muchos apoyados por el Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV), leal a Maduro, en múltiples regiones.
En estados como Zulia, Falcón, Bolívar, Delta Amacuro y Anzoátegui, detuvieron a funcionarios asociados con el oficialismo. La Fiscalía los acusa por tráfico de drogas y de combustible.
Mientras que voceros del gobierno madurista prometieron que seguirían las investigaciones sobre esos delitos para dar con sus financistas, “caiga quien caiga”.
Sin embargo para algunos dirigentes de la oposición Venezolana esto no es más que un “acto engañoso” y “pura pantalla”, así lo calificó Andrés Velásquez.