Al menos 428 personas, entre ellas 64 mujeres y 25 niños, han muerto en lo que va de año intentando llegar en pateras o cayucos a las islas españolas de Canarias (Atlántico), según el último balance de víctimas de la Organización de Naciones Unidas para las Migraciones (OIM) actualizado este viernes.
Una portavoz del programa Missing Migrants (Inmigrantes Desaparecidos) de la OIM explicó a Efe que esa cifra incluye los 52 muertos y desaparecidos de la última tragedia de la que se tienen noticias, la de una lancha neumática con una sola superviviente que fue localizada este pasado jueves a unos 250 kilómetros de la isla de Gran Canaria.
La OIM precisa que sus cifras deben tomarse siempre como una estimación “mínima”, ya que todavía no ha podido verificar los dados de un buen número de “naufragios invisibles”, de los que no hay información alguna ni superviviente que pueda aclarar lo que pasó.
No obstante, sus números apuntan a un notorio incremento de las víctimas en la ruta migratoria canaria este año: las 428 que la OIM da por verificadas a 20 de agosto superan en 102 a las que se contaban en 2020 en la misma fecha (326), lo que supone un alza del 31 por ciento.
Y también corroboran una tendencia que ya se apreciaba en los informes que facilitan los equipos de emergencia tras los rescates o en los puertos de desembarco de Salvamento Marítimo de España: cada vez hay más mujeres y niños en las ruta marítima hacia Canarias, considerada como una de las más peligrosas del mundo.
A 20 de agosto de 2020, según la OIM, habían muerto en su intento por llegar a Canarias 32 mujeres y cuatro niños. Este año, han perdido la vida el doble de mujeres y seis veces más menores.
El último balance publicado por el Ministerio del Interior de España revela que, hasta el 15 de agosto pasado, 8.222 personas habían llegado en pateras o cayucos a Canarias o habían sido rescatadas en aguas de su entorno.
Cruzando esa cifra con el balance de muertos de la OIM, se aprecia que en lo que va de año ha muerto una persona por cada 19 que han llegado, lo que supone una tasa de mortalidad de la ruta del 5 por ciento.
EFE