El presidente de Argentina, Alberto Fernández, afirmó este miércoles que no se arrodillará ante el Fondo Monetario Internacional (FMI) ni firmará “a cualquier precio” un nuevo acuerdo con el organismo, con el que el país suramericano busca refinanciar deudas por unos 43.000 millones de dólares.
“Si todavía no cerramos un acuerdo, es porque no nos vamos a arrodillar, porque vamos a negociar hasta que nuestra pueblo no vea en riesgo su futuro por pagar una deuda”, dijo Fernández en un multitudinario acto con militantes del oficialismo en el estadio del Club Deportivo Morón, en la periferia oeste de Buenos Aires.
En el acto, en homenaje al expresidente Néstor Kirchner (2003-2007), de cuyo fallecimiento se cumplen once años este miércoles, Fernández dijo que a través de los medios de comunicación le “exigen” firman con el Fondo un acuerdo “rápido” y “a cualquier precio”, pero aseguró que no suscribirá un pacto que “postergue más” al país.
“A veces quisiera que los diarios de Argentina, en vez de pedirme a mí que apure un acuerdo con el Fondo de cualquier modo, le digan al Fondo que se haga responsable del daño que hizo dándole a Argentina una deuda que no se podía pagar”, sostuvo.
El mandatario calificó como una “ruina” para su país el acuerdo de auxilio financiero que en 2018 el FMI firmó con el entonces Gobierno de Mauricio Macri (2015-2019), por hasta 56.300 millones de dólares, de los cuales finalmente se desembolsaron 44.200 millones de dólares.
Esa deuda, por la aplicación de intereses y variaciones en el tipo de cambio y del primer pago de un vencimiento de capital realizado hace un mes, ascendía a finales de septiembre pasado a 43.092 millones de dólares, de acuerdo a los últimos datos oficiales disponibles.
Fernández, que se encontrará el próximo fin de semana con la directora gerente del FMI, Kristalina Georgieva, en el marco de la cumbre del G20 en Roma, pretende alcanzar con el Fondo un acuerdo de facilidades extendidas para refinanciar la deuda contraída en 2018, con menores tasas de interés y plazos de pago de como mínimo 10 años.
El Gobierno argentino asegura que el país no tiene capacidad para pagar los pesados compromisos estipulados hasta 2024 en el acuerdo “stand by” de 2018.
De acuerdo a lo pactado hace tres años, el país suramericano debería pagar al organismo, entre capital e intereses, 19.020 millones de dólares el próximo año, 19.270 millones en 2023 y 4.856 millones en 2024.
“Voy a pelear, voy a confrontar todo lo que sea necesario y voy a cerrar con el Fondo el día en que sepa eso no condiciona el futuro de Argentina”, aseveró Fernández, cuyo Gobierno mantiene negociaciones con el organismo desde el año pasado.
APRENDIZAJE DE KIRCHNER
Fernández, quien se desempeñó como jefe de Gabinete durante los Gobiernos de Néstor Kirchner y de Cristina Fernández (2007-2015), dijo que en el fallecido expresidente tuvo “un maestro extraordinario”.
En enero de 2006, tras concretar una millonaria reestructuración de deuda con acreedores privados, Kirchner tomó la decisión de cancelar en un solo pago toda la deuda con el FMI, por un total de 9.500 millones de dólares.
Kirchner justificó entonces que, con ese paso, Argentina ganaba “grados de libertad para la toma de decisiones” que le permitirían “marchar hacia el futuro sin imposiciones, con autonomía y tranquilidad, sin urgencias impuestas ni presiones indebidas”.
“Al lado de Kirchner aprendí cómo se hacen estas cosas, porque a su lado negocié con los acreedores privados y a su lado negocié con el FMI, pero, por sobre todas las cosas, a su lado aprendí que nada hay más importante que sacar del pozo de la pobreza a los argentinos”, dijo Fernández, cuyo Gobierno afrontará el próximo 14 de noviembre elecciones de medio término en medio de un escenario económico muy complejo.
EFE