Logros que se han convertido en un legado para honrar y recordar
Para quienes aún no conocen esta bonita historia, Niní y Amalia, fueron dos hermanas italianas que emigraron a Venezuela después de la guerra buscando nuevas oportunidades.
Durante los primeros años de su llegada, estas hermanas abrieron una pastelería-heladería en la calle Negrín de la Florida, la cual estaba decorada con piezas de cristal de Murano y esculturas de Capodimonte entre otros elementos típicos de sus raíces. Al poco tiempo, se dieron cuenta que esos artículos que habían traído de Italia para ambientar la tienda, eran los que despertaban mayor interés entre sus clientes, razón por la cual decidieron cambiar el concepto y comenzar a traer artículos para decorar el hogar, formalizando de esta manera un proyecto que comenzó en la parte trasera de la casa donde vivían en la urbanización de La Florida.
Con el creciente interés por parte de sus clientes inauguran, a principios de los años 50´s la primera tienda Nini y Amalia, en la av. Los Jardines, donde atendieron al refinado público caraqueño por más de 15 años. Sucesivamente se mudan a la PB de un edificio en la misma zona a finales del año 1971, donde se sigue nutriendo de memorias esta gran historia. Todos los productos que se ofrecían en la tienda, durante sus primeros años, eran hechos en Italia y por esta razón la tienda pasa a llamarse “Nini y Amalia, Novedades Italianas.”
Actualmente la marca cuenta con dos tiendas, que a lo largo del tiempo se movieron de zona junto con el desarrollo de la ciudad. Una está ubicada en Las Mercedes y otra en Los Palos Grandes, ambas en Caracas. La tienda inicial de La Florida aún existe, pero en la actualidad sirve de depósito.
Los años han transcurrido y hoy en día la casa de regalos preferida por los amantes del buen gusto y la decoración celebra su 75 aniversario, “Ha habido momentos muy buenos y otros muy difíciles, sin embargo al final siempre llegas a un ¨equilibrio¨. Poder mantenernos como empresa estrictamente familiar por tanto tiempo y adaptándonos a las situaciones e inclusive ¨moviéndonos¨ con la ciudad y su desarrollo urbanístico y demográfico fue una de las razones que nos permitieron seguir funcionando como empresa y atender las necesidades de un público tan exigente como el caraqueño”, comentó Mauro Zambelli, nieto de Niní.
La casa del elefante, como se le conoce a la tienda, conmemora la permanencia de una marca que sigue apostando por el país y creciendo de la mano de tres generaciones, junto a clientes y amigos, que se han convertido en parte de esta gran familia.
Nini y Amalia, es un negocio plenamente familiar por lo cual los miembros se han ido uniendo desde muy pequeños, como se evidencia en muchas de las fotografías de la época.
Es poco común ver empresas familiares donde los herederos se sientan tan identificados con su historia y quieran seguir el legado con el mismo fervor que sus fundadores, pero para esta casa de obsequios, eso no ha sido un problema, por el contrario, Mauro nos cuenta algunas razones por las que Nini y Amalia, ha sido y será su primera opción y orgullo.
“La razón más obvia es que prácticamente nacimos y nos criamos dentro de la tienda. En esa época nuestras tardes después del colegio las pasábamos jugando en la tienda, por lo cual era todo lo que conocíamos. Adicionalmente existen muchos factores como, por ejemplo: el afectivo, el orgullo y ese factor de ¨negocio familiar¨ que te impulsa a mantener vivo algo que efectivamente te representa como persona y representa tu huella en este país.”
Tradición, responsabilidad y compromiso han sido la clave para el éxito de esta empresa familiar, que sigue reflejando el más puro y elegante gusto de los venezolanos y de hijos de inmigrantes que buscan mantener un legado de historia, reconociendo la fidelidad que le ha regalado el país y cada uno de sus clientes, regalándoles el honor de ser la casa de regalos favorita de las familias venezolanas.