El Observatorio de la Tierra de la NASA alertó en una publicación reciente sobre el aumento de la contaminación del Lago de Maracaibo, ubicado en el noroeste de Venezuela, y expresó su preocupación por la actual situación en uno de los lagos más grandes de América del Sur y uno de los más antiguos del mundo que atribuyen a los derrames de crudo.
“Alguna vez fue una fuente de gran abundancia, particularmente de combustibles fósiles y pescado, para la gente de Venezuela. Ahora, el Lago de Maracaibo es mayormente abundante con la contaminación de las fugas de aceite y el exceso de nutrientes”, señalaron en una nota publicada en su portal web.
En imágenes satelitales captadas en septiembre de 2021, la NASA señala que el Lago de Maracaibo se “arremolinaba con tonos de verde, bronceado y gris que trazaban el flujo de corrientes y remolinos”, siendo las principales fuentes las algas, salidas de sedimentos de los ríos y las fugas de petróleo crudo.
Agregaron que el Operational Land Imager en Landsat 8 capturó la escena el pasado 10 de septiembre, en el que se evidencia un alto grado de contaminación por los derrames.
“Una de las reservas de petróleo y gas más grandes del mundo se encuentra debajo del Lago Maracaibo. Se han perforado miles de pozos en el lago desde la Primera Guerra Mundial, primero por compañías extranjeras y luego por la compañía petrolera estatal de Venezuela. Aproximadamente dos tercios del petróleo producido por el país proviene de esta región”, explicaron.
“Según muchas noticias e informes científicos, la infraestructura de extracción y distribución de petróleo de la región está en muy mal estado. Las manchas han sido una ocurrencia regular en el lago durante años, y el petróleo crudo a menudo llega a las orillas. Los derrames de petróleo son múltiples y continuos, y se pueden detectar fácilmente las fuentes”, dijo Eduardo Klein-Salas, científico de teledetección.
La NASA señaló que, en base a información recopilada de agencias de noticias, grupos ambientalistas y defensores de los derechos humanos, entre 2010 y 2016 se produjeron 40.000 y 50.000 fugas y derrames de petróleo en Venezuela, incluido el Lago de Maracaibo.
“Miles de torres de perforación de petróleo y miles de millas de oleoductos se están deteriorando o goteando debido a la falta de capital para repararlos. Los pescadores locales a menudo encuentran sus redes y sus capturas empapadas en crudo”, describen.
El Observatorio de la Tierra de la NASA también publicó una imagen capturada el pasado 2 de septiembre, la cual muestra un primer plano de las floraciones de algas en el extremo sur del Lago de Maracaibo.
En este sentido, recordaron que a principios de la década de 2000, el Lago de Maracaibo era el escenario de varias vastas flores de Lemna obscura, más comúnmente llamada lenteja de agua. “Aunque la lenteja de agua no es tóxica, puede obstruir las tomas de agua y los motores de los barcos; también puede desplazar o asfixiar a otras especies marinas. En 2004, las lluvias extremas refrescaron y mezclaron el Lago Maracaibo, y el exceso de nutrientes del fondo del lago y de las tierras de cultivo cercanas y los sistemas de alcantarillado desencadenaron una floración masiva que duró ocho meses”, advirtieron.
Asimismo, la NASA alertó que el lago todavía está sobrecargado de nutrientes y la lenteja de agua todavía florece en algunas lagunas pequeñas. Sin embargo, detallan que parte del verde del lago proviene de abundantes algas como Scenedesmus y Chlorella.
“Los datos satelitales de la NASA sobre ambos problemas [lenteja de agua y petróleo] circularon ampliamente en Venezuela hace una década y todavía lo están. Los problemas ecológicos con los derrames de petróleo son acumulativos y afectan a muchos pescadores locales, no solo en el Lago de Maracaibo sino en muchos lugares de la costa venezolana. Sin embargo, el gobierno no hace ningún esfuerzo por cambiar las cosas; más bien, los derrames de petróleo han empeorado con el tiempo”, finalizaron.
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