Murales artísticos, palmeras doradas y otros artilugios que “engalanan” -o al menos lo intentan- las vías principales de la capital venezolana, son parte de la nueva apuesta que hace el chavismo en Caracas, esquivando la mirada de los problemas reales.
Q’ Pasa en Venezuela
Desde hace varios meses se dio inicio al Plan Caracas Patriota Bella y Segura con el objetivo de cambiar el aspecto de la ciudad. Entre el arte y la novedad, incluso se ordenó darle uniformidad a los frentes de locales, negocios y residencias, con un color gris cemento, de forma obligatoria.
Lo que se ignoró en este proceso fueron otros detalles más profundos. El desmalezamiento, las fallas en la recolección de desechos sólidos o incluso el drenaje de las alcantarillas o planes de saneamiento y desagüe. Todos parte de las denuncias más pronunciadas en la jurisdicción.
Como muestra de ello, con las recientes precipitaciones fuertes en la capital, vías como la avenida Libertador, y zonas como Santa Mónica, San Bernardino y Prados del Este, se vieron afectadas con inundaciones.
Los caraqueños se pronunciaron al respecto en las redes sociales, clamando por respuestas ante estas continuas fallas, que vienen sumando años sin solución.
Mientras tanto, los murales y palmeras falsas -criticadas abiertamente también- adornan las calles, ahogadas en lluvia y crisis, como principal realidad, que resulta innegable, incluso para los menos impactados.