Familiares de tres de fallecidos en Caracas en supuestos enfrentamientos niegan la versión oficial según la cual sus allegados murieron en enfrentamientos
Carlos D´Hoy – @carlos_dhoy
José Javier Castro Castro, de 19 años de edad, resultó muerto en un supuesto tiroteo el pasado martes 27 de julio en el sector Boquerón, calle El Amparo, de la parroquia Sucre de Catia, en Caracas.
La de Castro se suma a la denuncia de otras familias que aseguran que sus parientes fallecidos resultaron muertos a manos de funcionarios adscritos al Cuerpo de Investigaciones Científicas Penales y Criminalísticas (Cicpc), en hechos que según la policía fueron enfrentamientos, pero que según los dolientes fueron ejecuciones.
Eva Castro, madre de la víctima desmintió las informaciones que vinculan a su hijo con la banda de alias Koki. “Él vivía conmigo en el urbanismo de la Gran Misión Vivienda Venezuela de Ciudad Caribia, se dedicaba a vender plátanos en Quinta Crespo”, dijo.
“El martes, al salir del trabajo, no consiguió autobuses para bajar a la casa y decidió ir a casa de su papá en El Amparo. A las 11:00 pm llegaron los funcionarios de la policía y tumbaron la puerta, luego sacaron a su papá y a los minutos se escucharon los disparos”, comentó la mujer.
A Castro Castro le dieron dos tiros: uno en el pecho y otro en el intercostal izquierdo. “Y sale Douglas Rico (director del Cicpc) a decir que tenía antecedentes penales y que era de la banda. Yo quiero que me demuestre eso porque lo que está diciendo es mentira. Mi hijo no tenía antecedentes ni armas de fuego”, dijo la madre del hombre.
Una versión oficial con muchos errores
Rico, el ya mencionado director del Cicpc, informó a través de su cuenta de Instagram (@douglasricovzla) sobre el caso de Castro. Dijo que se trataba de un hombre apodado El Gorilín, quien murió en un enfrentamiento con funcionarios bajo su mando.
Según el jefe policial, el nombre de alias El Gorilín era Juan Lugo, tal como lo muestra el cartel que además señala que sería un integrante de la banda de Mayeyas, de La Vega, y de El Koki de la Cota 905.
El dato curioso en este caso es que en la fotografía de alias El Gorilín la identificación de la víctima no corresponde con los datos suministrados en la nota que acompaña la publicación.
En el cartel el sujeto buscado se llama Juan Lugo alias Gorilín, mientras que en la nota el nombre que aparece es el de Javier José Castro Castro, algo no cuadra en la historia oficial.
Lluvia de denuncias
Este es el tercer caso de presuntas ejecuciones extrajudiciales perpetradas por funcionarios del cuerpo detectivesco.
Hace unos días el director del Cicpc publicó en su cuenta de Instagram que funcionarios de la Delegación Municipal Oeste “sostuvieron un intercambio de disparos con un peligroso homicida, violador e integrante de un grupo hamponil dedicado al robo en viviendas en el sector Negro Primero, parroquia La Pastora, Caracas”.
La víctima fue identificada como Kelvis José Blanco Martínez, apodado “Jerry”, quien presentaba solicitud ante el Tribunal Primero de Control del estado Sucre por homicidio intencional.
“El hombre falleció tras resistirse a su detención, luego que los funcionarios del Cicpc ubicaran su escondite. Al verse descubierto, desenfundó un arma de fuego y la accionó contra la comisión, dando inicio a una confrontación en la que resultó lesionado y llevado al hospital más cercano, donde falleció”, indicó Rico.
En la Morgue de Bello Monte familiares de Blanco Martínez desmintieron esa versión. “Fue asesinado cuando iba a pagar una extorsión que le estaban cobrando funcionarios policiales”, dijeron.
De acuerdo con los parientes del fallecido, el hecho se inició pocos días antes del Día del Niño, cuando Blanco Martínez compró un teléfono para regalárselo a su hijo. “Resulta que el teléfono era robado, unos policías lo detuvieron y lo extorsionaban con meterlo preso si no pagaba. Como no tenía la cantidad de dinero que le pedían reunimos y fue a pagar con lo que conseguimos. Luego apareció muerto. El cadáver estaba golpeado y tenía un brazo fracturado”, dijo un pariente.
Martínez era vendedor de zapatos en el mercado de La Hoyada y deja un hijo huérfano, indicaron sus familiares.
Lo mataron en su apartamento
Otro caso ocurrido recientemente fue el asesinato de Luis Fernando Mendoza Córdoba, muerto en un supuesto enfrentamiento con el Cicpc en el apartamento donde vivía con su hermana y sus sobrinos.
La muerte de Mendoza Córdoba fue relatada por el director del Cicpc también en su cuenta de Instagram de la siguiente manera.“Al notar la presencia policial, optó rápidamente por desenfundar un arma de fuego y dar inicio a un enfrentamiento para evitar ser detenido, procedimiento en el que resultó lesionado y posteriormente fallece”, escribió Rico.
Sus familiares negaron esa versión, señalaron que cuando llegaron los policías, todos fueron sacados del apartamento por los detectives. Los hicieron salir a todos menos a Mendoza Córdoba.
Cuando los parientes del hombre llegaron a la planta baja escucharon tres disparos. Luego sacaron al fallecido envuelto en una sábana negra. Eso fue lo que relató la familia.
540 muertes en cuatro años
Según datos recopilados por Monitor de Víctimas, entre mayo de 2017 y junio de 2021 al menos 540 personas murieron a manos del funcionarios del Cicpc.
Del total de esas muertes, en 279 casos los familiares de las víctimas aseguraron que se tratatron de presuntas ejecuciones extrajudiciales
La mayor cantidad de víctimas se registraron entre 2017 y 2018, cuando 361 personas resultaron muertas a manos de las comisiones del cuerpo detectivesco.