Tener 7 años de edad y empezar a vivir por 3 años seguidos abuso sexual por parte de un primo. Esa es la historia de una de las sobrevivientes de violencia sexual en Venezuela a la que el Ministerio Público negó la apertura de una investigación.
Desde el año 2007, cuando tenía 7 años de edad, la sobreviviente empezó a ser víctima de abuso sexual por parte de su primo de entonces 14 años de edad. Éste lograba realizar sus actos en colaboración con su hermana, a quien usaba de vigilante mientras cometía la violación, y a quien obligaba a permanecer con la sobreviviente luego del hecho. Los hechos ocurrieron en el estado Sucre.
Aparte del abuso físico, su primo amenazaba a la sobreviviente con represalias hacia ella o su familia. El patrón de abuso sexual se extendió por 3 años. Durante este período la sobreviviente vivía con su abuela.
En el año 2010, la sobreviviente pasó a vivir con su madre en el estado Monagas. En las ocasiones en que era llevada al estado Sucre a visitar a su abuela, era de nuevo abusada sexualmente por su primo.
La familia de la sobreviviente nunca se enteró de la violación. Posteriormente, la sobreviviente no sabía a dónde acudir para denunciar lo ocurrido.
En el año 2018, la víctima acudió al Ministerio Público a denunciar su caso en la unidad de violencia sexual de la Fiscalía. La funcionaria que la atendió se negó a abrir una investigación o siquiera levantar un expediente, alegando falta de pruebas, ante esto la sobreviviente expuso que: “se está violando mi derecho al debido proceso y al acceso a la justicia, soy una de las muchas mujeres que buscan justicia en este país y no la consiguen”.