Carolina Isava.-
Cuando empezó a salir humo de un centro de detención de migrantes en la ciudad fronteriza de Ciudad Juárez, México, la migrante venezolana Viangly Infante Padrón quedó aterrorizada porque sabía que su esposo seguía dentro.
El padre de sus tres hijos había sido detenido ese día por agentes de inmigración, dentro de una reciente operación donde fueron detenidos otros 67 migrantes, muchos de los cuales pedían limosna o lavaban ventanas de autos en semáforos de la ciudad, al otro lado de la frontera con El Paso, Texas.
En momentos de conmoción y espanto, Infante Padrón recordó cómo vio a los agentes de inmigración salir corriendo del edificio cuando comenzó el fuego el lunes por la noche. Más tarde sacaron los cuerpos de migrantes en camillas, envueltos en mantas de emergencia.
Según información oficial del gobierno mexicano, por medio del Instituto Nacional de Migración (INM), el resultado del incendio es de; 38 personas fallecidas y 28 heridos entre estables y graves, para un total de 66 víctimas de este lamentable hecho, que al parecer provocado como protesta por los propios detenidos.
“Estaba desesperada porque veía un cadáver, un cuerpo, un cadáver, y no lo veía por ninguna parte”, explicó Infante Padrón. Finalmente su esposo, Eduard Caraballo López, sobrevivió con lesiones leves, quizá porque iba a ser liberado y estaba cerca de una puerta.
Pero lo que ella vio en esos primeros minutos se ha convertido en el centro de una pregunta que se hacen muchos en México: ¿Por qué las autoridades no intentaron liberar a los hombres -casi todos de Guatemala, Honduras, Venezuela y El Salvador- antes de que el humo llenara la sala y matara a tantos?
“Había humo por todas partes. Dejaron salir a las mujeres y a los empleados de inmigración”, explicó Infante Padrón. “A los hombres nunca los sacaron hasta que llegaron los bomberos”.
Infante Padrón señaló que dado que sólo los agentes tenían la llave, era su responsabilidad abrir las puertas y salvar esas vidas, sin importar que las personas que estaban dentro pudieran huir.
Las autoridades de inmigración dijeron haber liberado a 15 mujeres cuando se declaró el incendio, pero no han explicado por qué no se liberó a ningún hombre.
El Papa ora por víctimas de incendio en México
Por su parte el Instituto Nacional de Migración (INM), que gestionaba el recinto, dijo estar cooperando con la investigación. Guatemala ya ha dicho que muchas de las víctimas eran ciudadanos suyos, pero la identificación completa de los muertos y heridos no se ha completado.
Finalmente se pudo conocer que las autoridades estadounidenses se han ofrecido a ayudar a atender a algunas de las 28 personas en estado grave, al parecer la mayoría por inhalación de humo.
Con Información de VOA / RTVE Noticias