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Este 8 de diciembre de 2023, se cumplen sesenta y nueve años desde que el entonces presidente de Venezuela, Marcos Pérez Jiménez, acompañado de su Ministro de Obras Públicas, Julio Bacalao Lara, inauguraron en 1954, el Puente sobre el Río Chama, obra que la comunidad internacional catalogó como “todo un desafío de la ingeniería en su época”, reseña Carlos Rangel, hijo de El Vigía y quien se ha dedicado a recolectar data histórica de esa ciudad, capital del municipio Alberto Adriani en el estado Mérida.
El Puente sobre el río Chama, erigido sobre “Lomas Bermejas” nombre dado por los españoles que habitaron la zona en 1559, por el color rojizo de su tierra, fue fabricado por la empresa alemana Lofnomafld, con sede en Hamburgo, y ensamblado por la compañía constructora venezolana Moviterra – Excavaciones y Riego, C.A., bajo la supervisión del ingeniero Alberto Díaz González, para unir los tramos de Caja Seca–El Vigía y El Vigía–La Fría, de la Carretera Panamericana, la más importante del país que une a Caracas con la ciudad de San Cristóbal en el estado Táchira, y cuya construcción había iniciado en 1948, narra Rangel en su crónica.
El Puente sobre el Río Chama, tiene 630 metros de longitud; mientras su calzada alcanza los 8 metros de ancho con banquetas de ambos lados, cada una con 60 cm de ancho, todo ello descansando sobre cinco arcos de medio punto de 112 metros de luz cada uno y una pasarela de supervisión de extremo a extremo, reseña Rangel.
El montaje de la estructura fue dirigido por expertos italianos; los maestros de la obra fueron en mayor porcentaje colombianos y la mano de obra realizada por andinos. Con un costo total de Bs 8 millones, de la época. Otro dato interesante del puente cumpleañero, es que fue planificado para ser construido en tres años, iniciando día 12 de marzo de 1954, con tres turnos de trabajo, las 24 horas del día, logrando culminarlo en solo nueves meses, e inaugurado el 8 de diciembre de ese mismo año, con la presencia del Presidente Pérez Jiménez, junto a Monseñor Acacio Chacón, encargado de bendecir el puente, y gran cantidad de público, demostrando que cuando existe interés y compromiso se pueden lograr grandes obras.
Como anécdota a la inauguración, cuenta la historia de El Vigía que el General Marcos Pérez Jiménez se paró de un lado del tramo del puente, y ordenó a los constructores cruzar el puente primero hasta donde el se encontraba, para que demostraran su seguridad en el trabajo realizado.