Más de 2.000 inmigrantes intentan cruzar la frontera con Polonia en la región de Grodno, según informó hoy el Comité Estatal de Fronteras de Bielorrusia.
“Más de dos mil refugiados, incluidos mujeres y niños, se encuentran frente a la alambrada en la frontera con Polonia”, informó el comité estatal, que aseguró que los inmigrantes irregulares tienen por objetivo llegar a la Unión Europea (UE), ya que “no consideran a Bielorrusia como lugar de destino”.
“La situación en la frontera bielorruso-polaca sigue siendo muy tensa”, señaló.
La fuente denunció el uso de gas lacrimógeno contra los inmigrantes por parte de los efectivos de las fuerzas de seguridad polacas, de los que están separados por alambre de espino.
“En respuesta al uso injustificado de medios (policiales) especiales, parte de los refugiados se comportó de manera más activa y comenzó a destruir la alambrada”, indicó.
En las imágenes ofrecidas por el portal bielorruso Zerkalo se ve cómo los policías polacos utilizan aerosoles con gas lacrimógeno para dispersar a aquellos que intentaban cruzar la frontera.
Algunos refugiados utilizan palas, trozos de madera y señales de tráfico para destruir la alambrada y algunos recurrieron incluso a alicates para cortarla.
Según informó la agencia oficial bielorrusa, BELTA, la mayoría de los inmigrantes son kurdos, que quieren cruzar a territorio polaco para después instalarse en Alemania.
Muchos de los refugiados viajan con niños pequeños y carecen de comida, agua y ropa de abrigo, señaló la fuente, cuyas fotos muestran a familias enteras sentadas en torno a hogueras.
Al otro lado de la frontera, cientos de policías polacos provistos de escudos antidisturbios y armas de fuego intentan mantener el orden y evitar la entrada de los inmigrantes.
Ante la imposibilidad de cruzar a territorio polaco, a última hora de la tarde, según aumentaban las temperaturas, los inmigrantes montaron tiendas de campaña en la linde del bosque frente a la frontera.
Una columna con varios miles de inmigrantes se dirigió esta mañana por carretera a dicho puesto fronterizo sin que la policía bielorrusa hiciera nada para evitarlo.
“La indiferencia y el trato inhumano de las autoridades polacas empujó a los refugiados a ese acto de desesperación”, informó el comité fronterizo en su canal de Telegram.
Los países vecinos de Bielorrusia – Polonia, Letonia y Lituania- han declarado el estado de emergencia en los últimos meses debido al dramático aumento de la inmigración irregular procedente de territorio bielorruso.
Esos países y la Unión Europea (UE) acusan al presidente bielorruso, Alexandr Lukashenko, de provocar la actual crisis migratoria en venganza por el apoyo que prestan a la oposición bielorrusa en el exilio.
Lukashenko ha negado todas las críticas, pero ha alertado a Bruselas de una “catástrofe humanitaria” en la frontera con la Unión Europea (UE) debido a la concentración de inmigrantes antes de la llegada del invierno.
EFE