Más de 98.000 personas han sido evacuadas debido a la llegada este jueves del tifón Rai a Filipinas, donde está dejando fuertes precipitaciones e inundaciones con vientos sostenidos de 195 kilómetros por hora y ráfagas de hasta 270 km/h.
Rai, conocido como Odette en Filipinas, tocó tierra a las 13.30 horas (5.30 GMT) y se desplaza con fuerza “muy destructiva” a su paso por la zona central del archipiélago, detalló la oficina de meteorología en su último parte.
El tifón, que se teme que pueda causar daños graves, está atravesando el país a través de las islas de Cebú, Leyte, Mindanao y Negros, con una intensidad de nivel 4 (sobre un máximo de 5) en las zonas cercanas al centro.
En las imágenes compartidas por las autoridades se puede observar calles inundadas, donde los servicios de emergencia se afanan en rescatar a personas afectadas.
Decenas de vuelos han sido suspendidos, mientras se ha prohibido el transporte marítimo y los viajes por tierra en las regiones afectadas.
El Centro para Desastres del Pacífico, una entidad científica independiente que se encarga de analizar las consecuencias de los posibles desastres naturales, apuntó que 15,9 millones de personas residen en el área por donde transitará el tifón, que tiene previsto salir de territorio filipino el sábado.
La llegada de Rai, el decimoquinto tifón en pasar por Filipinas este año, obligó a posponer gran parte de la masiva campaña de vacunación prevista contra la covid-19 a lo largo de las regiones por donde se espera discurra el fenómeno meteorológico.
Un promedio de 20 tifones azotan Filipinas cada año y el más destructivo fue el supertifón Haiyan -el mayor que ha tocado tierra conocido-, que en noviembre de 2013 golpeó las islas de Samar y Leyte, matando a unas 7.000 personas y dejando a 200.000 familias sin hogar.
Filipinas es uno de los países más vulnerables a la crisis climática debido a los desastres naturales y, además, se asienta sobre el llamado “Anillo de Fuego del Pacífico”, una zona que acumula alrededor del 90 % de la actividad sísmica y volcánica del planeta.
EFE