La flota de autos presidenciales de EE.UU. es probablemente la más conocida de todas, tanto por ser la más divulgada y exhibida como parte de la “propaganda” que desde el cine y la TV se ha encargado de vender Norteamérica al mundo entero, como por el poderío mismo que representan.
Por infobae.com
Desde el Lincoln K Sunshine Special de 1939, que fue el primer auto personalizado para el para transportar a Franklin Roosevelt, a la última versión de “La Bestia”, que sirve a POTUS (President of the United States) desde 2018, han sido 12 los modelos que se han acondicionado especialmente para ser el auto más lujoso en principio, y más seguro y conectado después que se pudiera tener en USA.
Ahora, Joe Biden tiene intenciones de cambiar el actual Cadillac por uno eléctrico, pero para que eso sea posible, debe tener una gran capacidad de autonomía y potencia que permita al auto poder proteger a uno de los pasajeros más importantes del mundo, sin quedarse sin energía. Como todos saben, el auto eléctrico pesa mucho precisamente por sus baterías y el auto presidencial pesa mucho por su blindaje, casi 7.000 kg, lo que realmente se transforma en un dilema difícil de resolver por el momento.
Pero en el camino de 80 años a través de los cuales se fue progresando en los autos presidenciales, hay un modelo que se destaca por haber sido pionero del cambio que se produjo en la flota de la Casa Blanca. En 1950, el Presidente Harry S. Truman cambió los frecuentes Cadillac por Lincoln, cambiar a Chevrolet por Ford en otras palabras, y encargó 9 unidades de este modelo Lincoln Cosmopolitan, de las cuales solo una de ellas fue dotada con una cubierta de acrílico de alto impacto para su protección, mientras los restantes autos quedaron con el techo rígido. Ese auto quedó también para su sucesor, Dwight D. Eisenhower.
Sin embargo, al llegar a la presidencia John Fitzgerald Kennedy en 1961, el auto presidencial fue renovado por otro Lincoln, el modelo Continental, que sería justamente el último auto descapotable de un Presidente de EE.UU., a raíz del asesinato de JKF en 1963. El auto tenía techo rígido opcional, que como todos saben, aquel día en Dallas no estaba colocado. El auto tenía dos grandes manijas sobre la tapa del baúl que permitían que con simplemente tirar de ellas, se elevara el techo, pero desde entonces, la opción de desechó, algo que probablemente haya salvado la vida de dos de los siguientes mandatarios, Gerald Ford en 1975 y Ronald Regan en 1981, víctimas de atentados sobre ese mismo automóvil.
Pero esta nota no trata de reflejar solo los autos presidenciales de EE.UU., sino de mostrar algunos otros que por distintas cualidades, salen de lo común.
Empecemos por Rusia, así cruzamos al otro extremo del poder para contar de qué se trata el auto que traslada a Vladimir Putin. Por orden suya, los autos Mercedes que habitualmente eran el auto del primer mandatario ruso, se reemplazaron por un auto de fabricación local. Se llama Aurus Senat, es una limusina de 6,6 metros de largo, 6 toneladas de peso por sus blindajes, tiene un motor V8 de 600 CV pero además es híbrido y puede funcionar incluso con baterías por solo un lapso de tiempo. Naturalmente es a prueba de bombas y balas. Dentro del mismo se pueden cerrar todas las cortinas y aún seguir viendo el exterior a través de varias pantallas y cámaras que registran lo que ocurre alrededor, y en la parte trasera tiene también una salida secreta de emergencia. Por supuesto, como es de imaginar, está conectado por dos vías satelitales con el servicio secreto ruso.
En Japón, el auto presidencial naturalmente también es fabricado por una de las marcas orientales. Se trata del Toyota Century Royal Limusina, que por supuesto tiene detalles suntuosos como escalones de granito en el interior y adornos con papel de arroz japonés. Por razones de seguridad, no hay mayores detalles de sus sistemas de defensa interior, pero por supuesto es un auto a prueba de balas y tiene ruedas macizas, a prueba de pinchaduras.
En China, el auto presidencial también es curioso. Su nombre es Hongqi L5, es de producción nacional, y fue ordenado por Xi Jinping para uso dentro de su país. Mientras que cuando sale a visitas en el exterior, utiliza otro modelo de la misma marca, el Hongqi N501. Ambos automóviles, además de las correspondientes medidas de seguridad extrema por ser los que transportan a una de las personalidades más poderosas y controvertidas del mundo, tienen detalles de suntuosidad que, según dicen, no tienen nada que envidiar a un Rolls-Royce.
Mientras Angela Merkel, que pronto dejará su cargo de Canciller de Alemania, utiliza versiones blindadas de Mercedes, Audi y BMW indistintamente, y Boris Johnson elije también un auto nacional como es un Jaguar XJ Sentinel, que además de un blindaje de 15 mm de espesor, tiene también suministro de oxígeno a bordo para casos de un ataque con bombas químicas, buena parte de los Presidentes de países del primer mundo y de otras regiones también, han optado por diversos tipos de Mercedes.
Pero hay otros que tienen gustos que vale la pena mencionar. Es el caso del auto presidencial de Camerún, que es un Range Rover Autobiography Limusina, que mide 6 metros y medio y tiene los niveles más altos de protección balística, nivel 7 y nivel 9. Sin embargo, tiene todo el techo es de vidrio y es retráctil, pero cuando se cierra se transforma también en un techo blindado. Lo fabrica en Alemania, una empresa llamada Klassen, que se dedica a transformar autos de lujo en autos de súper lujo.
Y en el continente europeo, Emmanuel Macron también ha elegido un auto francés para que sea el vehículo oficial de su gobierno. La marca elegida es DS y el modelo es el DS7, dotado de la mayor tecnología conocida en autos de presidentes. El vehículo tiene sistemas como el DS Connected Pilot de conducción semiautónoma, y el DS Active Scan Suspension, que utiliza una cámara para anticipar cualquier golpe y ondulación en la superficie de la carretera y se prepara para superar el obstáculo.
En cambio, el primer ministro de Países Bajos, Mark Rutte, ha puesto a prueba su popularidad y seguridad personal utilizando una bicicleta marca Gazelle, la cual pertenece a la flota oficial del gobierno. Holanda o Países Bajos como se debe decir correctamente es uno de los países donde hay mayor cantidad de bicicletas por habitante en el mundo.
Desde autos de millones de dólares a una bicicleta, también está un Rolls-Royce cubierto en oro 24 kilates, perteneciente al Sultán de Brunei, Hassanal Bolkiah, en la isla de Borneo, que además tiene una terraza techada que emula el modo en que se trasladaba Cleopatra, hasta el VW Escarabajo con el que se movilizaba el Presidente uruguayo Pepe Mujica, hay para todos los gustos, y seguramente para más de un artículo.