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Si algo no se le puede negar a María Corina Machado (Caracas, 1967) es la resistencia. Su nombre había pasado casi al olvido en los últimos años en Venezuela, ignorada tanto por el Gobierno de Maduro como por la oposición. Pero hoy es el que más se pronuncia dentro y fuera del país.
Por Inés SantaEulalia / elpais.com
La política que representa el ala más radical del antichavismo se afianza en las encuestas de las primarias que se celebrarán en octubre para elegir el candidato que deberá enfrentarse a Maduro en las presidenciales de 2024. Ella, que en los últimos años había renegado de la participación electoral por considerar que legitimaba al chavismo, se prepara ahora para unir bajo su papeleta a todas las fuerzas democráticas, que miran incrédulas su ascenso en unos sondeos que ya le dan más del 50% de los apoyos. Considera que su reciente inhabilitación le ha agregado “atractivo” a la consulta y, si la gana, está dispuesta a sentarse con Maduro.
Machado está en su momento y se le nota en el tono, muy calmado. También en el mensaje, muy moderado. Si durante años defendió un final por la fuerza para acabar con el chavismo, ahora solo se refiere a la fuerza y la energía de los venezolanos para liderar una transición que define como democrática, ordenada y solvente. Considera que este no es el momento de la ideología y que el dolor todos los venezolanos y de las familias separadas -ella misma tiene a sus tres hijos fuera- une a todos los sectores, incluidas las bases chavistas. Es lo que ella llama una “dimensión existencial y espiritual” con la fuerza suficiente para acabar con Maduro en las urnas.
Pregunta. ¿Sabe por qué la han inhabilitado?
Respuesta. La verdad es que no sé el razonamiento formal, pero sí la razón detrás de eso: que el régimen tiene miedo, no hay ninguna duda.
P. ¿Cambia algo para usted esa decisión?
R. Sí, le da a las primarias una nueva dimensión, le agrega un elemento de desafío al sistema. Ya no es solo el contraste de visiones de distintos grupos que legítimamente estamos participando en este proceso. Hay mucha gente que me dice estos días ‘yo te habilito con mi voto’. Le ha agregado atractivo y fuerza al proceso.
P. Es conocido que no guarda relación con algunos líderes opositores, ¿le han expresado su apoyo estos días?
R. He hablado prácticamente con todos y la verdad es que con la mayoría tengo una relación muy respetuosa, con algunos incluso afectuosa.
P. ¿Qué hará si gana las primarias?
R. Hace mucho tiempo que los venezolanos no tenemos la posibilidad de elegir limpiamente y eso va a ser una experiencia muy cohesionadora. La lucha en la que estamos ahora no es una lucha ideológica, va mucho más allá. Todas esas divisiones que el chavismo provocó se han ido demoliendo con la destrucción de nuestra economía y de la calidad de vida, pero sobre todo con la separación de la familia. Siento que esa unión entre el país ya se está dando. Lo primero que tengo que hacer, si gano la primaria, es asegurarme de que todo el mundo sienta que es un proyecto común, un proceso que no va a buscar revanchas ni a pasar facturas, sino buscar espacios de consenso. Voy a tener que hacer un esfuerzo enorme en contactar líderes internacionales del mundo democrático, y no tan democrático, para alinearnos sobre cómo hacerle entender al régimen que en su mejor interés está no obstaculizar un proceso electoral competitivo.
P. ¿Se sentaría a negociar con Maduro para sentar las bases de un proceso democrático?
R. Hay que hacer cinco cosas a la vez. La primera es unir al país. La segunda, es que acto seguido estaría contactando a Petro, a Lula, a AMLO, a Alberto Fernández, para decirles que los necesitamos para que le hagan entender a Maduro que eso es lo que la comunidad internacional exige. Esos son actores que pueden hacer mucho para avanzar. En tercer lugar, hay que concretar cuáles son las condiciones indispensables para la competitividad de la elección. En cuarto lugar, sí arrancaría una nueva etapa de negociación, que tendrían una posición relativamente distinta a la que existe ahora, en donde no hay un liderazgo con legitimidad, donde hay distintas posiciones entre distintos sectores de la oposición venezolana. Con la primaria habría una coordinación de representatividad clara. Ahí se puede plantear un nuevo período de negociación con términos muy claros para buscar una salida democrática. Y por último, hay que alinear a un conjunto de actores que tienen intereses en Venezuela para decirles que primero hay que recapitalizar el país para que los venezolanos puedan tener condiciones de vida mucho mejores y, en paralelo, ir generando grandes oportunidades de inversión.
P. ¿Hay tiempo para llegar a unas elecciones justas en 2024?
R. Después de las primarias quedarían 14 meses. Yo creo que es mucho tiempo.
P. Ha defendido que la participación electoral de la oposición legitima a Maduro. ¿Ha cambiado de idea?
R. Yo participé en muchas elecciones hasta 2015. A partir de ahí, el régimen puso en práctica un conjunto de mecanismos que hacía de las elecciones meros actos de simulación. Ahora, es importante no confundir fines y medios y el fin es la construcción de una nación democrática y libre. Medios lo hemos intentado todos: la protesta, la negociación, la presión internacional, la elección. Ha habido 35 elecciones en Venezuela en 20 años y en todas ha habido una gran manipulación. ¿Cuál es la diferencia ahora? Hemos aprendido mucho de los mecanismos del régimen, nos hemos ido fortaleciendo, hemos puesto los pies en la tierra. Esto no es una elección como la que pueden tener en España o en Colombia, aquí estamos frente a una tiranía dispuesta a todo. Este es un proceso de construcción de fuerzas y las primarias son un catalizador, una oportunidad para sumar a muchos factores que hasta hace muy poco habían tirado la toalla con Venezuela. Hay una oportunidad real y creciente de derrotar a Maduro.
P. ¿Y si Maduro decide adelantar las elecciones o no se dan las condiciones?
R. No voy a especular sobre escenarios que que son absolutamente inciertos. Ellos han demostrado en el pasado que están dispuestos a hacer cualquier cosa, a menos que las condiciones o las circunstancias que nosotros construyamos se lo impidan. Yo dedico todo mi tiempo a que esta organización crezca para comprometer al mundo en la importancia de este momento y para elevarle el costo de los disparates al régimen.
P. Si gana las primarias, por ejemplo, Henrique Capriles, ¿hará campaña por él?
R. Hemos acordado que el candidato que gane va a tener el reconocimiento de todos los demás candidatos. No hay ninguna duda.
P. ¿Él la haría por usted?
R. No sé. La primaria nos da mucho más que un candidato, nos da la oportunidad de elegir un liderazgo al que le va a tocar abrir un camino para lograr tanto una fecha como los términos de la elección. También nos va a dar un interlocutor claro, unificado y legítimo frente a la comunidad internacional, que creo que es uno de los problemas que hay hoy. Hay distintas visiones y distintas estrategias que generan esa disonancia fuera y que paralizan a alguna gente, a otros les da la excusa para no hacer nada.
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