El presidente Maduro se ha propuesto un ambicioso objetivo: duplicar los ingresos del Estado venezolano mediante una mayor recaudación de impuestos.
Este plan, según él, permitirá mejorar los salarios de los trabajadores, quienes han estado clamando por mejoras en sus condiciones laborales durante meses.
En un evento transmitido por el canal estatal Venezolana de Televisión (VTV), Maduro enfatizó que están avanzando hacia esta meta con determinación.
Además, destacó que las sanciones impuestas por Estados Unidos tienen como objetivo socavar los ingresos de la nación, lo que dificulta la mejora de los salarios de los trabajadores venezolanos.
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Desde marzo de 2022, el salario mínimo y las pensiones fijadas por el Ejecutivo se han mantenido en 130 bolívares al mes (equivalente a 3,5 dólares según el tipo de cambio oficial), lo que ha provocado una pérdida significativa de poder adquisitivo debido a la creciente cotización del dólar en el país. Esta moneda extranjera se ha convertido en referencia para establecer los precios en los comercios.
En contraste, Maduro anunció en enero un aumento del denominado ‘bono de guerra económica’ de 30 a 60 dólares, que no todos los trabajadores públicos reciben y que se obtiene a través del Sistema Patria del gobierno. Además, el bono de alimentación se estableció en 40 dólares, pagados en bolívares a la tasa oficial vigente en la fecha de pago.
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