Toda la energía que se usa en un año produciendo bitcoines, es muy pequeña, comparada con el consumo de las luces de navidad que se usan para decorar solo en Estados Unidos, publica el portal Bit Academy Web
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Quienes se oponen a la principal criptomoneda del mundo, han forjado mitos sobre el consumo de electricidad de Bitcoin. Como una forma de crear matrices de opinión contrarias al desempeño de la cadena de bloques de esta red. Uno de los últimos que se refirió sobre el tema, fue el CEO de Tesla, Elon Musk. El empresario hizo comentarios de que esta moneda causaba daño contaminante en el ambiente.
Los comentarios de Musk en las redes sociales tuvieron un fuerte impacto contra el valor de la criptomoneda en el segundo semestre. Musk alegó que el consumo de electricidad de Bitcoin, atentaba contra el ambiente y anunció que Tesla no recibiría más bitcoines como forma de pago.
Pero nadie como Andreas Antonopoulos, para desmontar ese criterio.
En un antiguo “podcast”, del evangelista de Bitcoin, planteó ideas sobre este tema.
La utilidad y seguridad cuestan
El Bitcoin es resistente a la censura, de acceso global, es neutral porque nadie lo controla, es un sistema monetario descentralizado y sin vinculaciones geopolíticas. Estas características lo hacen útil a una comunidad, que lo usa por tales razones. Así que quienes usan esta criptomoneda, no tienen juicios sobre si se desperdicia o no energía. Nadie puede decidir por otros, que es útil para cada quien.
El proceso de producir bitcoines requiere de grandes cálculos matemáticos y esto demanda poder de procesamiento. Ello conlleva a que Bitcoin sea seguro. No se puede obtener nada valioso de la nada, la seguridad de esta red cuesta en términos de energía. Si se emplea menos, entonces sería más inseguro y sin esa seguridad, entonces no tendría el valor que tiene hoy día. No se derrocha energía, se emplea para que la red sea confiable y segura sin necesidad de autoridad central.
Consumo de electricidad de Bitcoin y la inmutabilidad
Otro de los aspectos relacionados con el consumo de electricidad de Bitcoin, tiene que ver con su inmutabilidad. El algoritmo de Prueba de Trabajo, requiere que el libro mayor o la cadena de bloque se escriba de manera constante. El proceso de escribir todo el libro mayor gasta energía, en ello los mineros obtienen una recompensa. Pero debe gastar otra vez energía, haciendo el mismo proceso nuevamente, el tiempo que tarda reescribiéndolo.
Lo anterior brinda seguridad en la cadena de bloques. Porque es un proceso inmutable y no se conocen otras experiencias, que no genere gasto de energía para la inmutabilidad.
Comparaciones
Hasta ahora se puede preguntar si el valor de Bitcoin es proporcional a la energía que gasta. Esto lo pueden responder los mineros, que generan comisiones para tal fin. Se puede comparar que el uso de energía en esta criptomoneda, es una centésima parte de la empleada para producir oro. A ello hay que sumar los costos ambientales para extraer el metal precioso. El daño de ecosistemas con ácidos, contaminación de ríos, erosión y destrucción de montañas.
El oro se usa para almacenar valor y muy poco para el sector industrial. El Bitcoin es una propuesta también para respaldar el patrimonio, evidentemente de menor impacto. Toda la energía que se usa en un año produciendo bitcoines, es muy pequeña, comparada con el consumo de las luces de navidad que se usan para decorar sólo en Estados Unidos.
El sector militar es el mayor contaminante del mundo porque su consumo de energía es enorme. Sin hablar de la energía necesaria para poner a funcionar el sistema bancario mundial.
Cálculos sencillos
Calcular el consumo de electricidad de Bitcoin es fácil. Es un asunto de saber cuantos “hash” por segundo se están procesando, es cuestión de conseguir lo datos en la cadena de bloques. Es tan bajo como 1.5 veces por debajo del límite inferior de consumo.
Cuando una persona usa su tarjeta Visa, detrás hay 600 mil empleados que se transportan a sus trabajos, en autos quemando gasolina. Edificios de casi 30 pisos con las luces encendidas las 24 horas del día. Centros de datos funcionando constantemente, en apoyo a todos los departamentos. Muy pocos hacen críticas del gasto de energía en esos procesos, porque también los consideran útiles.