El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, habla hoy durante su conferencia matutina en Palacio Nacional de la Ciudad de México. EFE/Mario Guzmán
El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, abrió la puerta este martes a pactar con algunos diputados de la oposición para alcanzar la mayoría calificada de dos tercios de la Cámara de Diputados, que perdió en los comicios del domingo y que necesita para reformar la Constitución.
“Si se quiere tener una mayoría calificada, que son dos terceras partes, se podría lograr un acuerdo con una parte de los legisladores del PRI (Partido Revolucionario Institucional) o de cualquier otro partido”, dijo López Obrador en su rueda de prensa matutina.
El mandatario proyectó un gráfico elaborado con los datos preliminares del Instituto Nacional Electoral (INE), según el cual la coalición oficialista liderada por el Movimiento Regeneración Nacional (Morena) obtuvo el domingo 280 de los 500 diputados de la Cámara Baja.
Con este resultado, superaría la mayoría absoluta para aprobar leyes y presupuestos, pero no alcanzaría para los 334 necesarios para reformar la Constitución dentro de su plan de “transformación de México”.
No obstante, López Obrador confió en que “no se necesitan muchos (diputados más) para la reforma constitucional” y que podrá llegar a acuerdos con la oposición, a pesar de que esta se alió en una coalición para frenar al oficialismo.
Además, el presidente celebró que con la mayoría absoluta conquistada por Morena y sus aliados “ya se tiene el presupuesto” asegurado y se podrá garantizar sus programas estrella de becas y pensiones.
“Hay país para todos y de manera preferente para los pobres. Siguen los programas del bienestar”, aseguró López Obrador, quien recordó que en la legislatura pasada “los conservadores votaron en contra” de blindar las pensiones para adultos mayores en la Constitución.
El presidente también proyectó un mapa con los resultados en las elecciones a 15 de los 32 gobernadores del país para presumir las regiones conquistadas por Morena.
Según los datos preliminares, Morena y sus aliados ganaron en 11 de los 15: Baja California, Baja California Sur, Campeche, Colima, Guerrero, Michoacán, Nayarit, Sinaloa, Sonora, Tlaxcala y Zacatecas.
El Partido Verde triunfó en San Luis Potosí, el liberal Movimiento Ciudadano (MC) en Nuevo León y el derechista Partido Acción Nacional (PAN) en Chihuahua y Querétaro.
Con estos resultados, el partido del presidente ya controla 17 de los 32 estados del país, desbancando al PRI como la formación hegemónica en las regiones.
Aunque fueron unas elecciones legislativas y locales, los comicios intermedios del domingo, considerados los más grandes de la historia de México, se interpretaron como un plebiscito a la figura de López Obrador para la segunda mitad de su mandato.
Pese a la polarización y la violencia que marcó la campaña electoral, la votación se condujo sin grandes contratiempos y con una participación histórica para unas intermedias superior al 52 %.
“Muchas gracias también a quienes decidieron apoyar la transformación que necesita México a pesar de la guerra sucia”, expresó el presidente.
EFE