El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, se abstuvo de opinar este lunes sobre la marcha pacífica para pedir un cambio político en Cuba que pretende recorrer varias ciudades de la isla porque el gobierno mexicano “no es injerencista”, aunque volvió a criticar el bloqueo comercial de Estados Unidos a Cuba.
“Somos respetuosos sobre las políticas que se toman en otros países, no somos injerencistas”, señaló el mandatario durante su conferencia de prensa matutina desde Palacio Nacional.
La iniciativa del 15N es heredera de las protestas del 11 de julio, las mayores en décadas en Cuba y fruto del descontento y la grave crisis actual azuzada por la pandemia, las sanciones de Estados Unidos y la situación económica en la isla.
López Obrador volvió a pronunciarse sobre el bloqueo económico que mantiene Estados Unidos sobre Cuba y dijo que debería de cambiar la política en general “sobre todo que no haya represalias en contra de pueblos, a gobiernos que han decidido tener un sistema político determinado de acuerdo a su idiosincrasia e historia”.
Afirmó que no se debe aislar Cuba, políticamente hablando, “no se debe asfixiar a cubanos que han decidido abstenerse en Cuba, estoy en contra del bloqueo, creo que es inhumano, nadie tiene derecho a aislar, asfixiar un pueblo”, condenó.
Criticó que han sido estas prácticas lo que ha llevado al pueblo a rebelarse contra su gobierno, lo que calificó como “vil, canallesco”.
Agregó que México está agradecido con los migrantes mexicanos que trabajan en Estados Unidos por el apoyo que dan con las remesas, sin embargo, recalcó que por el bloqueo estadounidense a Cuba los migrantes cubanos no pueden enviar dinero a sus familiares.
“Eso no me parece justo, no tiene nada qué ver con la fraternidad universal”, apuntó.
Finalmente, señaló que el derecho a manifestarse es algo que deben resolver los cubanos y no quiso pronunciarse al respecto de la marcha que se realiza hoy. EFE