La angustia y desesperación de la familia Rosales Mendoza, al desconocer el paradero de uno de sus integrantes, llegó a su fin. Pero ahora se enfrentan a algo peor: el dolor por la pérdida, tras ser hallado muerto este martes y la incertidumbre de saber ¿qué pasó esa mañana del 12 de agosto?
Luego del fuerte aguacero este lunes, a los bomberos de San Diego llegó el reporte de un cuerpo que había sido visto flotando por el río, en el sector El Nepe, San Diego. Los efectivos no tardaron en emprender la búsqueda, a la que se sumaron funcionarios del Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas y la Policía Municipal. Pero al caer la noche detuvieron las labores de búsqueda.
Muy temprano comisiones de distintos organismos reactivaron las labores hasta cerca de las 9:30 de la mañana, cuando vieron un cuerpo enredado entre la maleza del río, detrás de una empresa privada entre los municipios San Diego y Los Guayos, cerca del puente de “Los Guayitos”.
Fuentes policiales identificaron a la víctima como Enderson Miguel Rosales Mendoza, de 21 años de edad, quien se encontraba desaparecido desde el 12 de agosto.
Un trabajador de la empresa cercana al sitio del hallazgo relató a El Carabobeño que, supuestamente, la familia del joven estaba en el lugar y lo habrían identificado.
Los rescatistas bajaron al río para recuperar el cadáver y trasladarlo a la morgue de Valencia. Las comisiones eran comandadas por el comisario general Valmore Rodríguez, jefe de la delegación estadal del Cicpc Carabobo, cuyos funcionarios de Contra Homicidio estarían investigando el caso ahora como un posible asesinato.
Alrededor de las 7:30 de la mañana de ese 12 de agosto, Enderson salió de su casa en el sector Francisco de Miranda, en Valencia, a bordo de su moto Enduro, color azul y gris. Lo acompañaba una hermana, a quien dejó en una ferretería entrando al municipio San Diego, para seguir su ruta hasta el Centro Comercial Metro Plaza, donde trabajaba.
Enderson no llegó a cumplir con su jornada laboral. Tampoco regresó a casa. A la mañana siguiente su familia comenzaba una compaña de difusión a través de las redes sociales. Lo reportaban como persona desaparecida.
El 21 de agosto, una llamada de un supuesto testigo a la Policía Municipal de San Diego alertaba sobre la permanencia de una moto cerca de la construcción del ferrocarril en el sector El Naipe. Al llegar, confirmaron que se trataba de la moto de Enderson, que estaba en una zona enmontada en calidad de abandono.
El cadáver del joven será sometido a la autopista de ley para determinar la causa de muerte. Mientras tanto, el Cicpc continúa con las investigaciones para esclarecer el caso y capturar a los presuntos responsables.
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