El legendario editor y ensayista alemán Klaus Wagenbach murió a los 91 años acompañado “por su familia y por sus libros”, según un comunicado difundido este lunes por la editorial que lleva su nombre.
Wagenbach, nacido en 1930 en Berlín, es considerado un representante típico de la cultura alemana de la posguerra marcada por la necesidad de intervenir en las discusiones públicas después de la dura experiencia de la dictadura nazi y la II Guerra Mundial.
Wagenbach, que como ensayista se ocupó intensamente de la obra de Franz Kafka a quien dedicó su tesis doctoral, fundó su propia editorial en 1964 tras haber pasado por S.Fischer y Suhrkamp.
Al comienzo publicó a autores como Günter Grass, Ingeborg Bachmann y Hans Werner Richter, pero posteriormente, en lo que a ficción se refiere, se concentró en la difusión de literaturas extranjeras. Entre los autores que introdujo al mercado alemán se destaca el francés Michel Houllebecq.
En lo referente al ensayo siguió publicando autores alemanes y su línea editorial se considera típica del movimiento de 1968, lo que lo llevó en varias ocasiones a confrontaciones con la justicia.
Así, por ejemplo, en 1974 fue condenando a una pena de cárcel -aunque fue puesto en libertad condicional- tras publicar un manifiesto de la banda terrorista Fracción del Ejército Rojo (RAF), también conocida como la banda Baader-Meinhof, en alusión a dos de sus cabecillas.
Un año después fue acusado de calumnia por el policía Karl-Heinz Kurras por haber calificado de asesinato la muerte del estudiante Benno Ohnesorg durante una manifestación en Berlín.
“Puedo jactarme de ser el editor alemán vivo que más acusaciones de la fiscalía ha tenido”, dijo en 2010 en una entrevista con la revista “Der Spiegel”.
En mayo de 1976 Wagenbach pronunció un discurso en el entierro de Ulrike Meinhof, una de las figuras emblemáticas de la RAF.
En la extinta RDA Wagenbach tampoco era bien visto por las autoridades debido a que durante un tiempo publicó la obra de autores disidentes, como el poeta y cantautor Wolf Biermann. La publicación de un libro de poemas de Biermann le valió la prohibición de atravesar el territorio de la RDA, por lo que solo podía salir de Berlín Occidental en avión.
Esa prohibición también enterró su proyecto de crear una editorial que funcionara en las dos partes de la ciudad dividida.
Wagenbach sostenía que a él le interesaban libros que pudieran tener vigencia durante al menos 100 años. Paralelamente impulso revistas culturales como “Kursbuch”, dirigida por Hans-Magnus Enzensberger, o “Freibeuter”.
En 2002 su tercera esposa, Sussane Schüssler, asumió la dirección de la editorial cuyas ediciones con tapas rojas siguen siendo inconfundibles.
EFE