Un informe del Instituto de Política Migratoria (MPI) revela que las ganancias de la actividad criminal de tráfico de personas por trasladarlos a Estados Unidos en los últimos cinco años alcanzan alrededor de USD $2,200 millones, y en su mayoría, quienes pagaron a coyotes criminales por escapar de la violencia y pobreza de sus países fueron salvadoreños, hondureños y guatemaltecos
Por: Noticias y Punto
La investigación subraya que en su mayoría, quienes pagaron a criminales por escapar de la violencia y pobreza de sus países fueron salvadoreños, hondureños y guatemaltecos.
El informe titulado: «Las complejas motivaciones y los costos de la inmigración centroamericana» da cuenta de las causas de la crisis migratoria en Centroamérica, un problema que lleva creciendo al menos décadas y en el que “influyen toda una gama de factores”.
El MPI destaca que “migrar irregularmente con un contrabandista (coyotes) no solo es impredecible, sino también costoso”.
Al respecto, agrega que “mientras que la migración a través de canales regulares desde Centroamérica a los Estados Unidos cuesta en promedio USD$ 4,500, usar un contrabandista cuesta aproximadamente USD$ 7,500, cuyos costos que pueden tomar muchos meses para sufragar.
El último lustro, la cantidad y rasgos de quienes están migrando “han atraído una atención sin precedentes de los gobiernos de la región, que están tratando de reducir la migración irregular”.
Entre los mencionados rasgos es de destacar el creciente hallazgo de familias completas, con integrantes de todas las edades, así como de menores no acompañados.
Entre el 2017 y 2021
El documento indica que entre los años fiscales 2017 y 2021, cuando Donald Trump encabezaba el gobierno estadounidense, la Patrulla Fronteriza reportó casi 2 millones de encuentros con migrantes centroamericanos en la frontera con México.
En los últimos cinco años fiscales, “los encuentros con personas migrantes de esos tres países (El Salvador, Guatemala y Honduras) excedieron los encuentros de personas migrantes mexicanas”, que solían ser los primeros en encuentros o detenciones en la frontera.
Quienes estudian el fenómeno aseguran que las principales razones para migrar a Estados Unidos son, la violencia doméstica y de pandillas, que engloba a la inseguridad en general; las malas condiciones económicas que dificultan tener un empleo o uno bien remunerado, además de que los ha llevado a la pobreza extrema; y otros como la corrupción e incluso el cambio climático.
Desde 2013, la Organización de las Naciones Unidas ya advertía que esta situación podría darse en un futuro cercano y convertirse en un auténtico éxodo, lo que en ese momento no fue escuchado.