Salarios elevados en puestos como camareros en el extranjero, promesas de ser modelo con viaje y gastos pagos. Bajo ofertas engañosas, bandas delincuenciales y redes dedicadas a la trata de personas captan a sus posibles víctimas dentro de Venezuela para someterlas —en algunos casos dentro del país— a esclavitud o servidumbre forzada, explotación sexual u otras formas de trabajos forzados. En particular, los estados fronterizos como Sucre o Apure son nichos para estos grupos.
Así lo explicó la abogada Norma Ferrer, experta en trata de personas en la ONG Cooperazione Internazionale (Coopi), durante un conversatorio sobre la trata de personas en Venezuela, organizado por el Centro de Derechos Humanos de la Universidad Metropolitana (CDH Unimet).
Según datos recogidos por Coopi en agosto de 2022, de las víctimas de trata identificadas entre 75% y 80% son mujeres, con edades comprendidas entre los 13 y 35 años. La mayoría de ellas son captadas para servidumbre o trabajo doméstico.
Además en el estado Apure, señaló Ferrer, hay mendicidad forzada de niños y niñas, especialmente de etnias indígenas. Este tipo de mendicidad, acotó Victoria Capriles, directora del CDH Unimet, también han sido identificada en los estados Zulia y Bolívar.
En el caso del estado Sucre, al tener rutas marítimas con Trinidad y Tobago, la crisis ocasionó que redes criminales se apoderaron de esta zona y fueran usadas para el tráfico ilícito de migrantes y trata de personas.