El quinto cardenal venezolano resistió estoico las afrentas del oficialismo y alzó su voz contra las ofensas a la fe de los ciudadanos y contra la falta de libertades y democracia
Urosa Savino fue enfático en calificar al sistema de gobierno venezolano como «violador de los derechos humanos», en denunciar que el plan económico del chavismo «hundió al país» y en aclarar que Jesucristo «no era ningún líder socialista»
No fueron pocas las ocasiones en las que el cardenal Jorge Urosa Savino fue insultado y sometido a escarnio público por altos dirigentes del chavismo.
En reiteradas oportunidades, el jerarca católico, que falleció este 23 de septiembre tras una larga lucha contra el COVID-19, fue blanco de los ataques verbales del fallecido Hugo Chávez y, posteriormente, de Nicolás Maduro, así como de otras figuras relvantes del oficialismo.
La relación con la corriente gobernante en Venezuela desde 1999 comenzó de forma tirante desde los primeros años del ejercicio de poder de Hugo Chávez.
Cabe recordar que el Papa Juan Pablo II designó a Urosa como XV arzobispo de Caracas el 13 de diciembre de 2004, pero su investidura fue vetada casi un año por Chávez.
El purpurado recordó en entrevista a un medio español en septiembre de 2020 que el denominador líder de la “revolución bolivariana” lo veía como un “adversario político” por haber criticado la violencia verbal que empleó durante su candidatura presidencial de 1998 y luego por oponerse a su convocatoria de Constituyente.
Además, celebró el hecho de que la posición de Chávez de oponerse a su designación como arzobispo de Caracas (que, finalmente, se concretó en septiembre de 2005) fue «finalmente vencida» por la Santa Sede, «sin claudicar y sin súplicas indebidas».
“La Iglesia hizo valer su autoridad, independencia, libertad y atribuciones», dijo en esa entrevista.
“Quítese la sotana y métase a un partido político”
En respaldo digital hay una colección de situaciones en las que el sacerdote caraqueño era cuestionado desde las altas esferas del poder. Urosa Savino fue criticado con insultos de todo tenor.
En el año 2010, durante un discurso ante la AN, Chávez tildó a Urosa de “troglodita”, y lo acusó de “tratar de meterle miedo al pueblo con el comunismo”.
“Es indigno ese señor debe dejar de llamarse cardenal de la Iglesia Católica. Yo tenía mi candidato, no es un hombre ni subordinado a mí, ni chavista. Debería ser Mario Moronta el súper cardenal venezolano. Para mí, él es el cardenal, y no este indigno obispo, que lo mandan los escuálidos y los pitiyanquis a meterle miedo al pueblo con el comunismo. Él no se da cuenta de que este pueblo ya no es manipulable ni por sotanas, ni por nadie”, declaraba Chávez entonces.
“Debería quitarse la sotana, esa cosa, y meterse en un partido de la oposición, es lo que debería hacer”, dijo un iracundo Chávez en el año 2008, por las advertencias que hacía Urosa Savino respecto a la inconstitucionalidad de la propuesta de una enmienda a la Carta Magna.
“Que el diablo los reciba en su seno, monseñores. Les hago la cruz en nombre de nosotros, los verdaderos cristianos. Ustedes no lo son, qué va, se podrán vestir de cardenal, obispo, pero ustedes son el propio demonio. Y defensores de los más podridos intereses”, insultaba Chávez a Urosa Savino y a otro grupo de prelados venezolanos. “Ellos saben que están mintiendo, son unos verdaderos vagabundos, del cardenal pa’abajo”, remataba en una intervención en el programa “La Hojilla” de Mario Silva.
El chavismo veía en Urosa Savino un oponente relevante por su fuerza moral, por la credibilidad que tiene la Iglesia en el seno de la sociedad y por sus constantes exhortos a respetar la institucionalidad democrática y los derechos humanos en el país.
Por eso, Maduro repitió el patrón de afrentas públicas contra el sacerdote caraqueño cada vez que este reclamaba al gobierno que retomara la vía de la democracia.
“Arrepiéntase y pídale perdón a Dios por mentir, usted no sabe lo que pasó en Noruega para que declare, y usted habla como que hubiese estado ahí. Sea más responsable por su edad, por su rango de cardenal”, espetaba el gobernante contra el purpurado por unas declaraciones que emitió en junio de 2019 respecto al fallido proceso de negociaciones que se adelantaba en esa ocasión.
Diosdado Cabello fue otro de los líderes chavistas que descargó su ira contra Urosa en más de una ocasión.
Se recuerda en particular la vez en la que lo insultó por rechazar una polémica versión del Padrenuestro que el chavismo adaptó para “honrar” a Chávez tras su muerte.
“¿Sabe usted quién es Laureano Márquez? El que hizo el credo de la UCV (…) ¿Por qué usted persigue, señor Urosa, y somete al escarnio público a la compañera María Uribe? ¿Porque es chavista, pobre, mujer y revolucionaria, porque ama a Chávez? (…) Ojalá usted escribiera un tuit en el que condenara el credo a la UCV de Laureano Márquez (…) yo no soy nadie para condenar a otro, a lo mejor usted sí, que está cerquita de Dios, una colita y llega. Pero me da pena usted, que debería ser un hombre de Dios, porque se aleja de Dios. Si usted se aleja del pueblo, se aleja de Dios. Usted responde a la burguesía venezolana (…)gracias a usted y a su inquisición el Chávez nuestro, lo conoce media Venezuela y va para el mundo”, expresaba Cabello.
Intentos de agresiones físicas
En abril de 2017, año en el que Venezuela experimentó las protestas políticas más relevantes de su historia contemporánea, un grupo de chavistas intentó agredir a Urosa Savino al culminar la misa en honor al Nazareno de San Pablo durante el Miércoles Santo.
Bajo el grito de: “Chávez vive, la lucha sigue”, el cardenal fue rodeado por una turba, pero la feligresía y cofrades el Nazareno e integrantes de la Brigada de Orden de la Basílica de Santa Teresa impidieron que lo agredieran físicamente, por lo que se generó un altercado dentro de la propia Iglesia.
El 16 de julio de ese mismo año, el arzobispo de Caracas fue retenido en contra de su voluntad dentro de la iglesia Nuestra Señora del Carmen por un grupo de colectivos oficialistas.
#16Jul El Cardenal Urosa y + 400 personas SECUESTRADOS por #ColectivosDeMaduro desde 12:30 hasta 4.30PM en Iglesia El Carmen de Catia… pic.twitter.com/JDiLKH86qY
— Ramón Antonio Pérez (@GuardianCatolic) July 17, 2017
Urosa había acudido a celebrar la misa de la festividad de Nuestra Señora del Carmen. Pero al terminar el oficio religioso, junto a más de cuatrocientas personas, quedó secuestrado por los colectivos violentos.
“A unos 100 metros de la Iglesia había un grupo de gente del oficialismo que se fueron acercando poco a poco y en forma peligrosa. Luego, cuando terminó la misa, vinieron unos colectivos y dispararon ocasionando varios heridos (…) la Iglesia Nuestra Señora del Carmen no tuvo nada que ver con el punto electoral de afuera”, contaba al sitio web Aleteia.
La Policía Nacional Bolivariana tuvo que intervenir para garantizar la seguridad de Urosa y de los feligreses retenidos. En la fecha del incidente, se celebraba un plebiscito convocado por la oposición contra la gestión de Nicolás Maduro, luego de tres meses de intentas protestas en el país.
Maduro había convocado para el mismo mes una constituyente, acción a la que Urosa Savino también se había opuesto públicamente.
No callaron su voz
A pesar de las constantes ofensas e intentos de agresión física, Urosa Savino no paró de denunciar la crítica situación del país, ni tampoco dudó en salirle al paso a las ofensas a la fe de los venezolanos.
En el año 2011, tuvo resonancia una homilía en la que recalcaba que Jesús no era ningún líder socialista, como se empeñaba en hacer ver Hugo Chávez.
“Hay personas que están promoviendo esa visión, que Jesucristo era un líder político, un líder socialista. Pues yo, con la iglesia toda, quiero afirmar que Jesucristo no es ningún líder político, ni socialista, ni liberal, ni monárquico, ni republicano, ni nada de eso. Jesucristo es Dios y esa es la fe de la Iglesia que nos gloriamos en proclamar”, sentenciaba.
Por otra parte, en un comunicado de fecha 3 de septiembre de 2014, el arzobispo de Caracas, junto a sus obispos auxiliares, denunciaron la ofensa que era para los fieles cristianos la versión del “Chávez nuestro” del PSUV.
“La plegaria se dirige al difunto Presidente Chávez en lugar de a Dios, nuestro Padre Celestial (…)La oración por excelencia de los cristianos del mundo entero proviene de los mismos labios de Nuestro Señor Jesucristo en el Sermón de la Montaña (Mt 6,9-13), y por ello es intocable”, se leía en la carta de las autoridades eclesiásticas.
“Así como a nadie se le permitiría cambiar la letra del Himno Nacional para honrar a una persona, tampoco a nadie es lícito cambiar el Padre Nuestro o alguna otra oración cristiana, como el Credo”, recalcaban.
En 2015, un año después de la llegada de Maduro al poder, el cardenal advertía que la dirección de la política de su gobierno se encaminaba «hacia el control absoluto de todos los elementos de la vida social y económica por parte del Estado» y le recordaba al régimen que ese era un camino «fracasado» «que no le convenía a Venezuela» y que no le hacía bien al pueblo.
En el 2017, año de manifestaciones que cobraron la vida de decenas de jóvenes venezolanos, Urosa emitió una carta, junto a los obispos venezolanos, en la que exigían a Maduro cancelar la convocatoria a una asamblea constituyente.
«El gobierno venezolano se comporta de manera absolutamente totalitaria. No escucha las opiniones de los demás, no sienten ninguna simpatía por quienes piensan diferente a las suyas”, sentenciaba entonces el cardenal.
En septiembre de 2017, el Papa Francisco recibió a Urosa Savino, en una audiencia en la que el máximo jerarca católico le expresó su consternación por la crisis venezolana
«Está muy pendiente y muy interesado en los que más sufren en el país, que son los más pobres, y así me lo ha reafirmado en esta cordial audiencia que me ha concedido”, declaró Urosa a la misora colombiana W Radio al salir de la reunión.
En el marco de la tensión política que tuvo lugar entre enero y marzo de 2019 tras la juramentación de Juan Guaidó como presidente interino del país, Urosa llamó constantemente a no reprimir las protestas con las fuerzas de seguridad ni con civiles armados.
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En abril de ese año y luego del apagón nacional más largo en la historia de Venezuela, el arzobispo emérito de Caracas instó a Nicolás Maduro a dejar el poder a la presidencia interina que se había juramentado en enero de ese mismo año.
Urosa Savino calificó de «verdadero desastre» la situación que se registraba en Venezuela en materia del servicio eléctrico y opinó que ponía en evidencia la «incapacidad» del Ejecutivo para conducir las riendas de la nación.
También, tildó de “pecado que clama el cielo” la intención de “querer mantener a toda costa el poder y pretender prolongar el fracaso e ineficiencia de estas últimas décadas”.
Posteriormente, en julio del mismo año, y a propósito de la revelación del informe de la Alta Comisionada de las Naciones Unidas, Michelle Bachelet, el purpurado insistía en que las denuncias de la ONU corroboraban las críticas y denuncias que durante años hicieron los obispos venezolanos.
“El informe revela y desenmascara la realidad del actual gobierno de Venezuela como un violador de los derechos humanos”, sentenciaba en una entrevista recogida por Vatican News.
En distintas entrevistas concedidas a medios de corte religiosos en el mundo, el cardenal insistía en que el sistema económico del chavismo había arruinado al país.
Tras conocerse su muerte, la agencia de noticias católica Aciprensa recalcó que Urosa Savino fue un «agudo crítico del régimen socialista de Hugo Chávez», por lo que fue objeto de ataques públicos.
Recalcaron también que el cardenal solicitó «públicamente y en reiteradas ocasiones» a Maduro a que dejara el poder y convocara a elecciones justas y democráticas.
Los exhortos de Urosa Savino se ampliaban a toda la clase política del país. En su mensaje de fin del convulso año 2019, también recriminó a la oposición y los instó a fortalecer la unidad para poder llegar al poder y solucionar la grave crisis de Venezuela.
“Es urgente que los dirigentes de la oposición dejen la división y unifiquen sus esfuerzos para formar un gobierno nuevo; que fortalezcan la lucha contra la corrupción y que propongan un plan de acción al país para solucionar esta pésima situación”, señaló.
Hasta sus últimos suspiros, el cardenal venezolano hizo sus votos porque Venezuela superara la grave crisis en la que se sumergió en los últimos 21 años.
El 12 de septiembre de 2021, la Arquidiócesis de Caracas publicó una carta que había escrito el cardenal el pasado 28 de agosto, con la instrucción de que se difundiera si su condición de salud se agravaba.
En la misiva, destacó su declaración de amor a Dios, a la Iglesia y al pueblo de Venezuela e hizo sus votos por la superación de la crisis del país.
«Expreso mi gran afecto al pueblo venezolano y mi entrega absoluta a su libertad, a sus instituciones, a la defensa de los derechos del pueblo frente a los atropellos que se hayan cometido por parte de los gobiernos nacionales. Y en esa actitud he estado siempre también actuando, no por odio, ni por rencor, sino por la defensa de la libertad, de la justicia y de los derechos del pueblo venezolano (…) De manera, pues, que espero que Venezuela salga de esta situación tan negativa», fue el mensaje final de Urosa Savino al país.