Ha recorrido más de 1700 kilómetros; le faltan menos de mil para llegar a Santiago de Compostela.
Después de 60 días pedaleando por Europa, este viernes 22 de octubre, la venezolana Raquel Topel cruzó la frontera española para dirigirse a la ciudad de San Sebastián, yluego a Pamplona, con el firme propósito de llegar a Santiago de Compostela. Con cada kilómetro rodado recolecta fondos que se emplean para comprar insumos para sembrar el ciclismo en los sectores populares de Venezuela, a través de la Fundación Bicitas.
Topel es una mujer ingeniero de 63 años de edad, que decidió hacer un alto a su vida y entregarse a una de sus pasiones: el ciclismo, una afición a la que llegó hacia dos años, tras la continúa escasez de combustible en su país natal. Salió de la ciudad de Malmö (Suecia) y hasta la fecha ha recorrido poco más de 1700 kilómetros en su velocípedo. En Bayona (Francia), lugar donde estuvo hace un par de días, contabilizó que le quedaban por pedalear algo menos de 1000 kilómetros para conquistar el Camino de Santiago.
Confesó que recorre entre 60 y 80 kilómetros diarios armada con mucha voluntad, un saco de dormir y pocas mudas de ropaen sus alforjas, y descansa un par de días para recargar energías en algún hostal o alojamiento Warmshowers.
“La bicicleta es como la vida: se toman decisiones continuamente, y hay que seguir para adelante con la que se tome. Cada día es un reto distinto, qué camino o ruta haré; cuántos kilómetros realizaré; dónde me hospedaré…A veces te gusta, y otras piensas cómo hubiera sido de otra forma, pero hay que mirar adelante”.
Estimó que llegará a la Catedral de Santiago hacia el 15 de noviembre, mientras tanto continuará pedaleando para transformar esos kilómetros en donaciones en pro de la Fundación Bicitas.
“Hacemos una jornada mensual. Tuvimos una en septiembre y ahora viene otra este 24 de octubre en Coche (Caracas)”. Los donativos se usan para comprar repuestos para las bicis de jóvenes y niños con la intención de que se monten sobre sus bicis yvean elciclismo como una forma de vida enfocada en el deporte y los buenos valores”, sentenció.
Desde que subió a su nuevo modo de transporte nada ha cambiado a nivel interior pero “se aprende que la vida es como una bicicleta: ‘si dejas de pedalear, te caes’, un refrán que existe y es muy cierto. Hay que ser perseverante y constante, además de tener metas para realizar”, comentó.