Foto de archivo de una mujer ondeando una bandera de Venezuela en una marcha contra el presidente Nicolás Maduro en Caracas. Nov 16, 2019. REUTERS/Fausto Torrealba
La comunidad internacional ha renovado su interés por la puesta en marcha de negociaciones entre gobierno y oposición, además de abrir aún más la puerta a que la oposición venezolana participe en las elecciones regionales y locales de noviembre. Así lo adelanta en un comunicado conjunto suscrito por la Unión Europea (UE), Estados Unidos y Canadá.
Por Daniel Lozano / elmundo.es
“La solución pacífica a esa profunda crisis política, social y económica tiene que provenir del propio pueblo venezolano a través de negociaciones integrales lideradas por Venezuela con la participación de todos los interesados”, comienza el comunicado suscrito por Josep Borrell, Alto Representante de la UE; Antony Blinken, secretario de Estado, y el canciller canadiense, Marc Garneau.
Hasta el momento, Noruega encabeza el proceso previo a establecer una mesa de negociación, como ya hiciera en 2019 en Oslo y Barbados. En las últimas semanas se han producido encuentros y desencuentros entre las tres partes, con la comunidad internacional apoyando las gestiones de los diplomáticos noruegos.
Las condiciones de los tres firmantes son claras: negociación con plazos concretos, que restaure las instituciones del país y permitan unas elecciones creíbles, inclusivas y transparentes. Y no sólo locales, también presidenciales.
El llamamiento internacional sucede pocas horas después de que la UE comunicara que enviará a Caracas el próximo 6 de julio una misión exploratoria para considerar si se reúnen las condiciones necesarias para la observación internacional de cara a los comicios de noviembre. De momento, Nicolás Maduro ha concedido al grupo opositor de Henrique Capriles, ex candidato presidencial, dos de los cinco puestos en el Consejo Nacional Electoral (CNE). El resto de integrantes son fieles militantes de la causa revolucionaria.
“Seguimos profundamente preocupados por la crisis actual en Venezuela y su impacto regional y global. Creemos que la solución es un proceso de negociación integral que resulte en elecciones locales, parlamentarias y presidenciales libres y justas”, confirmó Blinken en sus redes sociales.
Los tres países no olvidan a los 299 presos políticos, cuya liberación incondicional reclama, así como el fin de los abusos contra los derechos humanos y los ataques contra partidos políticos, medios de comunicación y periodistas.
El avance en estos reclamos internacionales conlleva una contrapartida: “Estamos dispuestos a revisar las políticas de sanciones sobre la base de avances significativos en una negociación integral. Condiciones que se ajusten a los estándares internacionales de democracia”. La UE, Canadá y EEUU también permitirían “el acceso sin restricciones a la asistencia humanitaria, que incluye alimentos, medicinas y suministros críticos de socorro contra el Covid-19″.
En la actualidad, Maduro ejerce una presidencia de facto tras llevar a cabo un proceso electoral en 2018 que no fue reconocido por las principales democracias del mundo, que por el contrario decidieron apoyar en 2019 la presidencia encargada, nacida del Parlamento, encabezada por Juan Guaidó. La comunidad internacional, al margen de aliados como Rusia, China, Cuba y Nicaragua, tampoco reconoce a la Asamblea Nacional salida de las elecciones fraudulentas del año pasado.
PARADA MILITAR
Tropas de tres de estos aliados, Rusia, Cuba y Bolivia, desfilaron ayer jueves en la parada militar en conmemoración de los 200 años de la trascendental Batalla de Carabobo. En cambio, Maduro, comandante en jefe de la Fuerza Nacional Bolivariana prefirió presidir la cumbre revolucionario del ALBA para mostrar su apoyo al caudillo nicaragüense, Daniel Ortega.
Antes del comunicado, Guaidó insistió en su propuesta de Acuerdo de Salvación Nacional, avalada por la mayoría de la oposición, como “solución” a través de un “proceso de presión y negociación nacional e internacional con las fuerzas legítimas democráticas, el régimen y las potencias internacionales”.
“Es un espaldarazo a un proceso de negociación, pero también a la participación electoral, empezando por las regionales y municipales de noviembre. Todavía deben concretarse mayores mejoras en las condiciones electorales, pero es un visto bueno a la estrategia de participación”, confirmó a EL MUNDO el internacionalista Mariano de Alba.
La oposición se debate desde hace meses en si participar o no en unas elecciones actualmente a la medida de la revolución, con partidos sancionados, líderes inhabilitados, el CNE y el poder judicial sojuzgados y el control férreo de la propaganda y de la información. Una buena parte de los dirigentes regionales están decididos a hacerlo.
En las últimas elecciones regionales el chavismo arrebató a la oposición la gobernación del Zulia, el mayor estado del país, y trastocó los resultados para imponer a un general al frente del estado Bolívar, donde se encuentran los grandes yacimientos de oro, coltán y diamantes. En paralelo, arrebató buena parte de las competencias y los presupuestos a otros tres gobernadores opositores con la imposición de un “protector”, una especie de gobernador paralelo en la sombra.