(EFE).- Panamá perdió el 4 % de su cobertura boscosa y de rastrojos en solo dos años, dijo este martes el Gobierno, que afirmó que el país vive una “crisis ambiental alarmante” e hizo un llamado “urgente para frenar la deforestación”.
El informe “Diagnóstico de Bosques y Otras Tierras Boscosas 2023”, hecho público este martes por el Ministerio de Ambiente, precisa que “en solo dos años” (2022 y 2023) se perdieron “352.873 hectáreas de bosques y otras tierras boscosas” en el país centroamericano.
Hasta el año 2023 en Panamá existían aproximadamente 325.666,78 hectáreas de rastrojos, mientras que en bosques se contabilizan 4.737.067 hectáreas, según un comunicado oficial.
El rastrojo es la vegetación secundaria de especies arbóreas, arbustivas y herbáceas que aparece naturalmente después de un uso agropecuario. Tiene una altura promedio menor a los 5 metros, de acuerdo con la información de la cartera de Ambiente.
“A pesar de que el 67,15 % del territorio panameño sigue cubierto por bosques y rastrojos, la pérdida de 352.873 hectáreas en este periodo representa una reducción del 4 % a nivel nacional”, indica el comunicado del Ministerio de Ambiente, añadiendo que esta situación revela que “Panamá enfrenta una crisis ambiental alarmante”.
“Descenso significativo” de área boscosa en Panamá
Es por ello que el informe “destaca la urgencia de proteger los recursos forestales del país, dado que la pérdida de bosques avanza a nivel nacional y con mayor intensidad en las provincias de Veraguas, Darién y Coclé, poniendo en riesgo la biodiversidad, las cuencas hidrográficas, los ríos, el agua y la sostenibilidad ecológica de la nación”.
“La deforestación, el cambio climático y la expansión urbana han afectado notablemente los bosques, particularmente” en las provincias de Veraguas (occidente) con el 37,6 % de pérdida boscosa; Coclé (centro) con el 18 % y Darién (oriente) con el 15,9 %, de acuerdo con los datos oficiales.
La cartera de Ambiente asevera que el “descenso significativo en algunas regiones” de la cobertura boscosa amenaza la biodiversidad y la sostenibilidad ecológica, exacerbando los efectos negativos en el medio ambiente.
Protección
Habla además de la importancia proteger adecuadamente “los rastrojos, áreas en regeneración con potencial para convertirse en bosques secundarios”, lo que actualmente no garantiza la legislación vigente, según alerta.
El diagnóstico presentado este martes está basado en imágenes satelitales y análisis geoespacial, y “revela una preocupante disminución de la cobertura boscosa, especialmente en áreas críticas donde deben concentrarse los esfuerzos de conservación y restauración”, agrega el informe.
“Para el mapa de diagnóstico de bosques y otras tierras boscosas del año 2023, se emplearon imágenes de los años 2022 y 2023 del sensor Sentinel 2 A MSI”, precisaron a EFE fuentes oficiales.
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