Los líderes de las 20 principales economías del planeta, responsables del 80% de las emisiones de gases contaminantes, debaten este domingo en Roma sobre la lucha contra el cambio climático, entre llamados a enviar un mensaje claro a horas del inicio de la COP26 en Glasgow.
“Nos enfrentamos a una elección sencilla: Podemos actuar ahora o lamentarlo después”, aseguró durante la segunda jornada de cumbre en Roma el primer ministro italiano, Mario Draghi, para quien las medidas tomadas desde el Acuerdo de París resultaron “insuficientes”
Aunque la víspera el G20 mostró que incluso en los temas más espinosos, como un impuesto de sociedades mundial, pueden ponerse de acuerdo, las negociaciones sobre qué ambición climática plasmar en la declaración final de Roma continúan sin grandes expectativas.
“Llegó el momento de hacer lo máximo en Roma para que los miembros del G20 contribuyan de manera útil en Glasgow”, dijo el presidente francés, Emmanuel Macron, al diario Le Journal du Dimanche, aunque matizó que, antes de una COP, “nada está decidido de antemano”.
La COP, bajo la égida de la ONU, es la cita anual para debatir y fijar los compromisos en la lucha contra el cambio climático. Y la cita de Glasgow, que se prolongará hasta el 12 de noviembre, es si cabe más importante ya que no puedo celebrarse en 2020 por la pandemia.
La agenda de la conferencia ministerial cuenta con cuatro principales asuntos y es tan compleja que las negociaciones se abrirán este mismo domingo, sin esperar los grandes discursos de unos 130 de jefes de Estado y de Gobierno, previstos lunes y martes.
Por eso, la atención se centra en la declaración final del G20, pero su negociación es todavía más difícil ya que los dirigentes de países como China, Rusia, Japón o México no acudieron en persona a la cumbre, para participar por videoconferencia.
China depende del carbón, una energía fósil muy contaminante, para hacer funcionar sus centrales eléctricas en una contexto de crisis energética, pero dio muestras de cambio al prometer en septiembre dejar de construir centrales de carbón en el extranjero.
“No se puede negar el cambio climático. Y la acción climática no puede retrasarse. Trabajando junto a nuestros socios, tenemos que afrontar esta crisis mundial con urgencia y ambición”, tuiteó el domingo el primer ministro canadiense, Justin Trudeau.
– “Abrumadora responsabilidad” –
Aunque el objetivo del Acuerdo de París de 2015 es esforzarse en limitar el calentamiento del planeta a 2ºC respecto a los niveles preindustriales, preferiblemente a 1,5ºC, la negociación se centra en qué concreción dar a las medidas para conseguirlo, como qué plazo fijar para alcanzar la neutralidad de carbono.
Los negociadores en Roma se pusieron de acuerdo sobre un objetivo de limitar a 1,5ºC el calentamiento global, un umbral más ambicioso que en el Acuerdo de París, indicaron a la AFP tres fuentes próxima a la negociación, mientras la cumbre seguía su curso.
Sin embargo, la negociación enfrenta como principal escollo el final de la financiación de la centrales de carbón y del uso de esta energía fósil, indicó una fuente de la presidencia francesa.
“El G20 debe comprometerse especialmente a dejar de construir nuevas centrales de carbón a partir de este año y poner fin a la subvención de energías fósiles a partir de 2025”, urgió Friederike Röder, vicepresidenta de la oenegé Global Citizen.
Para esta segunda jornada de reunión en “La Nube”, el ultramoderno Centro de Congresos en Roma, el príncipe de Gales, Carlos, invitado a la cumbre, les dijo a los líderes que tienen una “abrumadora responsabilidad” con las futuras generaciones.
La rueda de prensa final del G20, presidido por el jefe del gobierno italiano está prevista a las 16H15 (15H15 GMT). A continuación la mayoría de los dirigentes presentes en Roma pondrán rumbo hacia la ciudad escocesa.
AFP