Para: Qué Pasa en Venezuela
Especial desde Berlín, Martha Escalona Zerpa
Tras el éxito de «Poor Things», Giorgos Lanthimos vuelve a sus raíces. Contar historias extremas sobre abismos humanos. Nos referimos a la película «Kinds of Kindness» con Emma Stone: la magnificación de la crueldad humana en tres historias, o si se quiere episodios. Un tríptico inconexo. que se proyecta en los cines alemanes desde este jueves. La película celebró su estreno mundial en el Festival de Cannes en mayo pasado.
Una canción de los Eurythmics marca el tono. El clásico pop de Eurythmics «Sweet Dreams», que suena durante las primeras imágenes e indica el motivo básico de la película: «Algunos quieren usarte, otros quieren que los uses / Algunos quieren abusar de ti, otros quieren que abusen de ti…» abre la nueva película de Giorgos Lanthimos, y no podría encajar mejor en el universo del director griego.
Impulsado por estos ritmos iniciales, estarás bailando mucho antes de darte cuenta de la oscura letra. Al igual que ocurre con Lanthimos, que acaba de ganar cuatro Oscars con «Poor Things», a menudo te ríes mucho antes de darte cuenta de que lo que se muestra no tiene ninguna gracia.
El reparto está conformado por Emma Stone, Jesse Plemons, Margaret Qualley y Willem Dafoe, quienes actúan en tres historias, a veces como protagonistas, a veces en papeles secundarios. La película está estructurada como un tríptico y cuenta tres historias; trata del control en diferentes contextos: Profesión, matrimonio y religión.
También hay un personaje que aparece tanto en el título como en la trama de cada una de las tres partes de la película -en la primera como conductor, en la segunda como piloto, en la tercera como cadáver- y que aparece bajo las siglas RMF en lugar de un nombre (y es interpretado por el actor Yorgos Stefanakos). El único elemento de conexión en el tríptico.
La película comienza con una vista de los pechos desnudos de una joven. «Kinds of Kindness» también arroja una sombra sobre su película predecesora: a pesar del éxito de «Poor Things», se discutió si la visión que Lanthimos tiene de las mujeres no es misógina.
En «Pobres cosas», un hombre trasplanta el cerebro de un bebé en el cuerpo de una mujer adulta: Bella descubre su amor por el sexo y su práctica abusiva ¿Es acaso una refrescante historia de autonomía femenina o una fantasía sexual masculina de abuso y control?
En la primera historia, Jesse Plemons interpreta a Robert, un empleado que parece tenerlo todo: un gran trabajo, una casa lujosa, una esposa agradable. Todo esto se lo debe a su jefe, Raymond (Willem Dafoe), quien controla cada detalle de la vida de su subordinado, desde la ropa que lleva hasta su planificación familiar. Cuando Robert se niega a cumplir una orden del déspota, Raymond le rechaza y su vida se descontrola.
Este comienzo absurdamente divertido es la historia más fuerte del tríptico, en parte gracias a una gran interpretación de Jesse Plemons como un hombre normal cada vez más desesperado que se da cuenta de que el tan invocado libre albedrío está en realidad fuera de su alcance.
Plemons ganó el Premio al Actor de Cannes por su(s) papel(es) en «Kinds of Kindness», y es una de las nuevas incorporaciones al reparto de Giorgos Lanthimos. Los demás ya han aparecido en películas anteriores: Joe Alwyn en «The Favourite», Willem Dafoe y Margaret Qualley en «Poor Things», Emma Stone en ambas.
Stone ganó el Oscar a la Mejor Actriz Protagonista por «Poor Things» en marzo, lo que también es una prueba de que el trabajo de Lanthimos se ha vuelto últimamente cada vez más accesible.
La segunda historia de «Kinds of Kindness». gira en torno al agente de policía Daniel (Plemons), cuya esposa Liz (Stone) se ha perdido en el mar. Cuando ella regresa, Daniel empieza a sospechar que hay otra persona en el cuerpo de su esposa, y exige pruebas cada vez más crueles de su devoción. Si tiene razón o no en su teoría sigue siendo una cuestión abierta, y en algún momento no importa a la vista del alcance de sus acciones punitivas. La historia final es la más problemática.
Uno ya está completamente agotado por toda la misantropía cuando Lanthimos introduce el acto final, la historia final del tríptico, que es el más flojo. Emma Stone asume aquí el papel principal como Emily, que ha abandonado a su familia nuclear para unirse a una secta. Su objetivo es encontrar a un elegido que pueda resucitar a los muertos. Willem Dafoe y Hong Chau son los líderes de la secta con Jesse Plemons.
Después de que los dos primeros episodios de «Kinds of Kindness» presentarán abortos forzados y mujeres mutiladas, el tercer episodio añade representaciones de violaciones y torturas.
Algunas mujeres se quitan la vida, otras son asesinadas, y se encuentran frecuentemente semidesnudas.
Así mismo, los coches, las batas de médico y bares como son Leitmotiv del universo imaginario de Lanthimos. A ellos se une: los lametones.
En el primer episodio, Raymond (Dafoe) lame ligeramente en la oreja a su empleado Robert (Plemons) en señal de su poder sobre la vida y la muerte.
En el segundo, el policía Daniel lame la mano ensangrentada de un hombre al que ha disparado en su incipiente locura. Y en la tercera, Emily (Stone) tiene que someterse a una prueba de filtración, con la que el líder de una secta dedicada a un perverso culto a la pureza pone a prueba su «limpieza».
En ninguna escena, en ningún momento de la película queda claro por qué estas tres historias en concreto pertenecen a un mismo grupo. Cada episodio empieza en algún sitio y acaba en algún sitio. Lo que sucede se refiere sólo a sí mismo, como la vida controlada que el aburrido Robert lleva para su jefe Raymond. Aquí, sus hilos penden del aire.
«Kinds of Kindness» es una explosión de nihilismo, cinismo y brutalidad. Los pocos personajes que en principio parecen simpáticos y normales resultan ser los mayores monstruos. Así que el viejo Lanthimos ha vuelto, aunque en peor forma que en sus primeros trabajos.
Al fin y al cabo así es como funciona esta película. Lo que queda es un montón de imágenes virtuosas como piezas de un rompecabezas inacabado. Una mujer tumbada en un sillón como una muñeca rota, con el hígado que se cortó de su propio estómago a su lado. Otra arrojándose de espaldas a una piscina vacía. Perros al volante de coches y en camas conyugales practicando sexo. Un muerto en una hamburguesería. Un pulgar cortado en un plato. En el estreno en Cannes, algunos espectadores huyeron de estas escenas. Así que el anticine de Giorgos Lanthimos sigue funcionando con sus imágenes grotescas y crueles.
Lanthimos retrata la sociedad tal y como es, se podría replicar, y su visión diseccionadora es realista, ya que todas estas cosas pasan. Las estructuras sociales y las relaciones interpersonales son a menudo absurdas, crueles y violentas. La gente utiliza a los demás y es utilizada, abusa y es abusada. Sin embargo, Lanthimos no ofrece opciones para escapar de esas dinámicas de subordinación, sino solo un sometimiento radical.