Un hombre recibe una dosis de la vacuna Sinovac, en la localidad indonesia de Medan. EFE/EPA/DEDI SINUHAJI
La nueva ola de la covid-19 está causando estragos en el Sudeste Asiático con un rápido aumento de los contagios debido en parte a la nueva variante delta y en medio una lenta campaña de vacunación.
La Cruz Roja alertó este martes del riesgo de colapso de los hospitales en Indonesia, donde, según datos oficiales, el 47 por ciento de las camas hospitalarias están ocupadas, cifra que llega al 93 por ciento en el caso de Yakarta.
“Se necesita aumentar urgentemente la atención médica, las pruebas y las vacunas, mientras Indonesia se tambalea al borde de una catástrofe por la covid-19”, indicó en un comunicado el organismo internacional.
La Cruz Roja cree que el rebrote está vinculado a la variante delta, hallada primero en India y más infecciosa, según los expertos.
LaporCovid-19, una plataforma ciudadana de vigilancia de la covid-19, indicó que entre el 14 y 25 de junio al menos 43 personas supuestamente contagiadas con el coronavirus fueron rechazadas por falta de camas en hospitales, de las que al menos tres murieron.
Los médicos se están viendo desbordados en el país, que hoy registró 20.694 contagios y 423 muertos, pero las autoridades se resisten a medidas estrictas de restricción por miedo a dañar a la economía.
Cuando los casos empezaron a dispararse en junio, el presidente indonesio, Joko Widodo, incrementó las restricciones en todo el país, mientras que las autoridades de Yakarta implementaron un toque de queda nocturno y el cierre de locales como bares y gimnasios.
Sin embargo, algunos políticos, incluso del partido de Widodo, y muchos médicos piensan que habría que implantar medidas más estrictas o incluso un confinamiento.
“Porque soy un doctor generalista, escucho el consejo de neumólogos, médicos internistas y anestesistas. Es mejor implantar un confinamiento”, indicó a Efe Aryananda Andika, un médico que trabaja con pacientes de la covid-19 en un complejo residencial deportivo reconvertido en zona hospitalaria.
Indonesia, con una población de 270 millones de personas, es el país de la región con más casos acumulados, 2,13 millones, y mayor número de muertos, más de 57.000, incluidos 900 trabajadores sanitarios.
La Asociación Médica de Indonesia indicó a la revista Medcom que de los 61 médicos muertos entre febrero y mayo de este año, 10 estaban vacunados con la pauta completa de la vacuna china de Sinovac y 4 con una dosis.
REBROTES EN EL RESTO DEL SUDESTE ASIÁTICO
Los rebrotes de la covid-19 también están afectando a otros países de la región, incluidos Tailandia y Vietnam, que han conseguido mantener los contagios a niveles relativamente bajos, sobre todo en comparación con Europa o América.
Algunos expertos apuntan a que es posible que las poblaciones del sur de China y de la península de Indochina tuvieran cierta inmunidad a las primeras variantes de SARS-Cov-19 por una exposición previa a coronavirus similares en el pasado.
Así lo piensa el jefe de estrategia del departamento de Salud de la Población de la Universidad de Seattle, en el estado de Washington (Estados Unidos), el doctor Ali Mokdad, aunque matiza que esta inmunidad se puede haber perdido con las nuevas variantes.
En declaraciones a Efe, Mokdad dijo creer que ese ha sido el factor determinante para el bajo número de casos en Vietnam, Camboya, Laos o Tailandia hasta la aparición de las nuevas variantes porque las medidas restrictivas “retrasan el problema, pero no lo eliminan”.
Con más de 5.000 contagios diarios, Malasia extendió el lunes las medidas de confinamiento, incluida la prohibición de viajar entre distritos o estados, de manera indefinida y aprobó ayudas financieras para compensar a los sectores afectados.
La ola de la covid-19 también ha afectado a Tailandia, que ha ordenado el cierre perimetral de los dormitorios de trabajadores en zonas de construcción, donde muchos son inmigrantes, en Bangkok y otras algunas provincias en el sur, entre otras medidas.
Vietnam también ha implementado restricciones y confinamientos en algunas zonas para controlar el aumento de los contagios, que se han disparado desde mayo, aunque en total solo acumula más de 16.000 casos y 78 muertos.
Algo común a todos los países del Sudeste Asiático, con la excepción de Singapur, es el lento ritmo de la vacunación.
Según el Centro de Estudios Estratégicos e Internacionales (CSIS), Vietnam solo ha vacunado con la pauta completa al 0,2 por ciento de la población, cifra que asciende al 3,7 por ciento en el caso de Tailandia, 4,9 por ciento en Indonesia, 6,5 por ciento en Malasia y 36,7 por ciento en Singapur. EFE