Ha pasado más de un año desde que el personal del Instituto de Virología de Wuhan (China) se presentó una sala de conferencias para hablar sobre la pandemia de la covid-19.
En aquel entonces, un representante de la Administración Nacional para la Protección de los Secretos de Estado de China, Tang Kaihong, alertó sobre una posible infiltración de espías extranjeros, por lo que se comprometieron a proteger información confidencial referente al virus.
Desde que inició la pandemia, la comunidad internacional ha puesto en duda la investigación sobre el covid-19, la cual en China funciona con gran secretismo por parte del Gobierno.
Una revisión de los registros públicos del laboratorio ha revelado la existencia de proyectos clasificados en virtud de la ley de secretos de Estado de China. Algunos de estos documentos, según el portal Infobae, mencionan protocolos para la divulgación de información a extranjeros.
“Redoblar esfuerzos”
Esto podría explicar por qué existen tantos esfuerzos por parte del Gobierno chino para refutar la teoría de una posible filtración del laboratorio sobre los orígenes de la pandemia.
Recientemente, el presidente de Estados Unidos (EE. UU.), Joe Biden, ordenó a las agencias de inteligencia de su país “redoblar sus esfuerzos” para determinar el verdadero origen del virus, una operación para la que ya se encontraba preparado el laboratorio de Wuhan desde hace décadas.
Pero, dichas precauciones no quieren decir que el laboratorio esté involucrado con el origen del virus.
Muchos científicos apoyan la teoría de que la pandemia inició en la naturaleza. Sin embargo, reconocen que dentro del laboratorio ocurren accidentes con frecuencia, aunque se desconoce cada cuánto se producen.
Proyectos clasificados
Hasta los momentos, no han aparecido pruebas que indiquen que los investigadores no se encontraron con la covid-19 antes del 2019 o 2020.
Las directrices del laboratorio sobre la divulgación de información establecen que el instituto puede compartir detalles de su trabajo con el público, mientras que no sean secretos de Estado o secretos de investigación y de trabajo.
Se desconocen cuáles son los temas de los proyectos clasificados del laboratorio.
En 2014, China actualizó su reglamento de aplicación de la Ley de Secretos de Estado, proporcionando una orientación práctica para aquellos cuyo trabajo implica información sensible.
Entre los nuevos requisitos establecidos se encuentra que los equipos obsoletos se eliminen de forma que la información que contienen nunca pueda recuperarse.
Seguir las nuevas normas es prioridad
Esto se convirtió en una actividad de alto nivel cuando el presidente Xi Jinping declaró que la seguridad nacional era una prioridad, afirmando que el país se enfrentaba a posibles amenazas.
En mayo de 2014, la Academia China de Ciencia, celebró una reunión para discutir el manejo de la información confidencial.
En aquel entonces, Chen Pingping, subdirector general de la rama, pidió a los participantes seguir las nuevas normas, incluidas las relativas a un mejor control en los proyectos clasificados.
En los últimos años, el laboratorio ha celebrado sesiones periódicas para la formación en materia de confidencialidad para el personal.
Desde entonces, el trabajo de confidencialidad ha continuado, sobre todo desde que la pandemia lo colocó en el objetivo de la comunidad internacional.
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