La divisa turca se desploma un 5% respecto a las principales divisas y ahonda en sus mínimos históricos al elevar la preocupación de la defensa de una política de dinero barato
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El Banco Central de Turquía ha sido el primero en mover ficha antes del Banco de Inglaterra y el BCE. La entidad ha cumplido con lo previsto y ha vuelto a recortar este jueves los tipos de interés en un punto porcentual, hasta el 14%, hundiendo la lira turca a un nuevo mínimo histórico y elevando la preocupación de que la defensa de una política de dinero barato por parte del presidente, Recep Tayyip Erdogan, empeore la inflación, reseña El Confidencial
Con el recorte de cien puntos básicos, hasta el 14%, la autoridad monetaria decide la cuarta bajada consecutiva desde septiembre, cuando los tipos se encontraban al 19%. La reacción de la lira turca a la decisión ha sido, como era de esperar, muy negativa y ha ahondado en sus mínimos históricos. La divisa turca se desploma más de un 5% respecto al dólar, hasta las 15,64 liras turcas por cada ‘billete verde’. Respecto al euro, la caída es ligeramente superior al 6% y se sitúa sobre las 17,69 liras turcas.
El Banco Central ha estado sometido a mucha presión de Erdogan para relajar la política monetaria a pesar de que la inflación ya se encuentra en el 21,3% interanual, mientras que la oposición y algunos economistas consideran que esa cifra ni siquiera refleja ya la realidad. Según la mayoría de los economistas, la combinación de unas tasas más bajas y una moneda débil tiende a empeorar la inflación porque aumenta el precio de los bienes importados, creando una espiral inflacionista. Sin embargo, Erdogan defiende que el recorte de los tipos de interés beneficia la producción, la exportación y el crédito.
Los analistas creen que sería necesaria una subida drástica de los tipos para poner fin a la dinámica inflacionista y la pérdida de valor de la moneda. De hecho, en otoño de 2018 la subida de los intereses hasta el 24% estabilizó la lira alrededor de las 6 unidades por euro durante casi dos años. Pero desde entonces, Erdogan ha decretado tres veces un cambio del gobernador del Banco Central, supuestamente por oponerse a sus directrices de bajar los intereses.
En su comunicado del jueves, el Banco Central culpó de la elevada inflación a “los tipos de cambio y factores de la oferta, como la subida de los precios mundiales de comida y bienes agrícolas”, relacionando la dinámica inflacionista internacional con la recuperación de la demanda tras la pandemia del covid. La nueva bajada de los tipos “agota el uso del margen limitado implícito en los efectos transitorios de factores de la oferta”, señala el comunicado, sugiriendo que no habrá más reducciones en los próximos meses.