La Fiscalía de la República francesa informó este miércoles de la apertura de una investigación judicial interregional sobre el naufragio en el Canal de La Mancha en el que murieron 27 personas el pasado 24 de noviembre.
La investigación fue asumida por la Jurisdicción Nacional de Lucha contra el Crimen Organizado (JUNALCO, por sus siglas en francés) el pasado 26 de noviembre, y en ella trabajarán agentes de la Gendarmería Marítima del norte de Francia, la Oficina contra la represión de la inmigración irregular y la Policía de Fronteras.
Los investigadores tratarán de determinar las circunstancias del naufragio, identificar a las víctimas y desmantelar las redes de traficantes.
Entre las causas abiertas destacan homicidio y daños involuntarios, puesta en peligro de la vida de otros, ayuda a la entrada y circulación irregular de un extranjero en Francia mediante banda criminal, tráfico de seres humanos en banda criminal y asociación ilícita.
La Fiscalía aclaró que en la embarcación perecieron 17 hombres, siete mujeres, dos adolescentes y un niño, mientras que otros dos hombres, un somalí y un iraquí, tuvieron que ser hospitalizados.
La identificación de los cuerpos se hará de acuerdo con el método internacional de identificación de catástrofes validado por Interpol, con una recogida de muestra entre familiares y asociaciones en contacto con las víctimas, autopsia e identificación de elementos como registros dentales, muestras de ADN o huellas dactilares.
Una vez finalizadas las operaciones, los resultados serán analizados por una comisión de identificación bajo la autoridad de la Fiscalía para certificar la identidad de las víctimas y dar los permisos de inhumación.
El refuerzo de los controles en los ferris que atraviesan el Canal y los vehículos que entran en el Eurotúnel, hasta ahora las vías predilectas de los migrantes que intentan pasar de Francia al Reino Unido, ha provocado un considerable aumento del tráfico ilegal en la ruta marítima.
Desde principios de año, 7.800 inmigrantes han sido rescatados y “más de 1.550 traficantes han sido detenidos”, según las últimas cifras del Gobierno francés, que ha abierto una vía de discusiones con sus homólogos europeos para tratar de hallar una solución común al problema.
En paralelo, la tragedia ha recrudecido las relaciones entre Londres y París, que lanzan acusaciones cruzadas mientras la población de Calais, según ha podido comprobar Efe, denuncia el abandono político y las promesas rotas de los dirigentes en una crisis migratoria e humanitaria que se remonta a décadas.
EFE