Ante el saliente presidente Joe Biden, tres expresidentes e invitados especiales, Donald Trump prestó juramento para su segundo periodo no consecutivo como mandatario de Estados Unidos, en una ceremonia celebrada bajo techo en el Capitolio en Washington debido a las gélidas temperaturas.
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Donald Trump tomó posesión este lunes como 47º presidente de Estados Unidos y anunció ya sus primeras medidas al regresar al poder.
La ceremonia de inauguración marcó el regreso a la Casa Blanca del líder republicano que ya gobernó EE.UU. entre 2017… pic.twitter.com/tftetduW7n
Donald Trump tomó posesión este lunes como el 47º presidente de Estados Unidos y prometió el inicio de “una era dorada” para el país, en un discurso en el que delineó las políticas de su administración por los próximos cuatro años, entre las que destaca una línea dura desde el primer día contra la inmigración, acciones para controlar la inflación y la imposición de aranceles a importaciones.
«La edad de oro de Estados Unidos comienza ahora mismo», dijo Trump minutos después de prestar juramento en una ceremonia que marca el inicio de su segundo mandato no consecutivo y celebrada bajo la cúpula del Capitolio en Washington, a la que que asistieron tres expresidentes, ex primeras damas, antiguos funcionarios de gobierno, miembros del gabinete entrante y líderes de empresas tecnológicas.
Durante su intervención, Trump anunció que firmará una serie de medidas ejecutivas en sus primeras horas como presidente, incluidas una decena centradas en la seguridad fronteriza y la inmigración, su principal prioridad.
“Nuestra máxima prioridad será crear una nación orgullosa, próspera y libre. EEUU pronto será más grande, más fuerte y mucho más excepcional que nunca. Regreso a la presidencia con la confianza y el optimismo de que estamos al comienzo de una nueva y emocionante era de éxito nacional. Una ola de cambio está arrasando el país”, insistió.
Como es tradición, Trump juró sobre la biblia y prometió proteger la Constitución estadounidense en un acto que por primera vez en 40 años se celebra bajo techo debido a las gélidas temperaturas en Washington.
El vicepresidente JD Vance también prestó juramento su cargo unos minutos antes. Las bajas temperaturas pronosticadas para este lunes obligaron a los organizadores a mover el acto, que usualmente tiene lugar en los escalones del emblemático edificio del Congreso.
A la ceremonia, que marca también el fin de la presidencia de Joe Biden, asistieron unas 600 personas. Millones más la siguieron en sus televisores en todo el mundo, unido a los miles de seguidores del recién nombrado presidente que viajaron hasta Washington para verlo jurar y que debido al clima, lo vieron a través de pantallas gigantes en el Capital One Arena, un estadio cubierto con capacidad para unas 20.000 personas.
Inmigración como prioridad desde el día uno
En su primera alocución como presidente, Trump reiteró sus promesas de campaña de hacer de la lucha contra la inmigración irregular uno de los pilares de su gestión.
Adelantó que declarará una situación de emergencia en la frontera sur del país, como parte de una ofensiva que incluiría enviar militares al límite terrestre con México, acabar con el asilo y reinstaurar la política de «quédate en México», según aclaró su equipo en una comunicación a la prensa enviada durante del discurso.
“Según las órdenes que firmaré hoy, también designaremos a los cárteles como organizaciones terroristas extranjeras. Y al invocar la Ley de Enemigos Extranjeros de 1798, ordenaré a nuestro gobierno que use todo el inmenso poder de las fuerzas de seguridad federales y estatales para eliminar la presencia de todas las bandas y redes criminales extranjeras, que traen un crimen devastador a suelo estadounidense, incluidas nuestras ciudades y centros urbanos”, advirtió Trump.
Trump ya se había referido por nombre a la banda criminal “El Tren de Aragua” en un mitin un día antes, donde prometió que expulsaría a todos los inmigrantes relacionados con el grupo.
La nueva administración buscará “tomar medidas enérgicas” contra quienes ofrezcan “santuarios a criminales”. El presidente estadounidense también reiteró su intención de llevar a cabo la operación de deportación más grande de la historia de EEUU.
“Como Comandante en Jefe, no tengo mayor responsabilidad que defender a nuestro país de amenazas e invasiones, y eso es exactamente lo que voy a hacer. Lo haremos a un nivel que nadie ha visto antes”, aseguró.
Analistas y activistas de derechos humanos han criticado la política de mano dura propuesta por el ahora presidente y afirman que una operación de esta envergadura sería muy difícil y costosa de realizar.
En su alocución Trump envió un saludo y su agradecimiento a las comunidades hispanas y afroamericanas que le demostraron “un gran cariño y confianza con su voto”.
“He escuchado sus voces en la campaña y espero trabajar con ustedes en los próximos años. Hoy es el Día de Martin Luther King y, en su honor (…) lucharemos juntos para hacer realidad su sueño”, destacó.
Poner a EEUU primero
En el primer discurso presidencial de su segundo mandato, Trump también mencionó otros asuntos importantes en los que basó su campaña y afirmó que su gobierno pondrá a “EEUU primero”.
Reiteró su promesa de que trabajaría para que EEUU recupere el Canal de Panamá. «El propósito de nuestro acuerdo y el espíritu de nuestro tratado (con el gobierno panameño) han sido totalmente violados», dijo Trump, sin ofrecer detalles sobre cómo manejaría este delicado asunto bilateral.
De igual manera mencionó que cambiaría el nombre de Golfo de México al de Golfo de Estados Unidos (Gulf of America, en inglés).
También aseguró que impondrá aranceles a las importaciones extranjeras e impuestos a otros países, en una decisión que buscaría enriquecer a los estadounidenses. Prometió una revisión del sistema comercial y dijo que EEUU establecerá un «servicio de ingresos externos para recaudar todos los aranceles, derechos e ingresos”.
“Serán ingentes cantidades de dinero que entrarán en nuestra tesorería, procedentes de fuentes extranjeras», prometió.
El recién juramentado mandatario también se refirió a varias acciones que su gobierno implementará para controlar los precios y la inflación.
Además, indicó que entre sus primeras directivas estaría el impulsar las industrias de petróleo, gas y energía y frenar los esfuerzos del expresidente Joe Biden por acelerar la industria de los vehículos eléctricos.
Biden, de 82 años, llegó a la Casa Blanca prometiendo disminuir la dependencia del país en cuanto a combustibles fósiles, pero la producción de petróleo y gas nacionales alcanzó niveles récord bajo su administración.
La “crisis de inflación fue causada por un gasto excesivo masivo y la escalada de los precios de la energía, y es por eso que hoy también declararé una emergencia energética nacional», adelantó Trump. «Perforaremos, cariño, perforaremos».
«El camino para recuperar nuestra república no ha sido fácil, eso se lo puedo asegurar», dijo Trump, quien se refirió al intento de asesinato en su contra donde una bala le rozó la oreja en julio pasado. «Dios me salvó para hacer que Estados Unidos vuelva a ser grande».
Ceremonia histórica
Salvas de cañones se escucharon en la ciudad tras la juramentación de Trump y Vance.
La primera dama, Melania Trump, y la segunda dama, Usha Vance, ocuparon puestos privilegiados entre el grupo selecto de asistentes, que incluyó a los expresidentes Barack Obama, Bill Clinton y George W. Bush, la exsecretaria de Estado Hillary Clinton, junto a la ahora exprimera dama Jill Biden y la exvicepresidenta Kamala Harris. Estuvo presente también el expresidente de Trump en su primer periodo, Mike Pence.
Las más altas figuras de los poderes Legislativo, Ejecutivo y Judicial estadounidenses también asistieron a la ceremonia, una de las más sagradas en el protocolo político de la nación y que no se celebra bajo techo desde la segunda toma de posesión del presidente Ronald Reagan, en 1985. Líderes de varias denominaciones religiosas bendijeron al mandatario entrante y su vicepresidente como nuevas cabezas de gobierno.
Las gélidas temperaturas que azotan el noreste de EEUU también obligaron a cancelar el tradicional desfile inaugural a lo largo de la Avenida Pennsylvania, desde el Capitolio hasta la Casa Blanca. Todavía se planean lujosos bailes de gala para el lunes por la noche.
Se espera que este mismo día, Trump firme varias órdenes ejecutivas que den cumplimiento a varias promesas de campaña y deshagan las políticas de la administración saliente de Biden, entre las que resalta la deportación masiva de inmigrantes que se encuentran en el país de manera irregular.
Trump pidió el lunes a las agencias del gobierno federal que tomen medidas destinadas a reducir los costos para el consumidor estadounidense, pero no dio más detalles, según un documento de la Casa Blanca entrante publicado el lunes. «Todas las agencias tomarán medidas de emergencia para reducir el costo de vida», reza el documento, publicado momentos después de que Trump tomara posesión.
Trump prometió el domingo por la noche «actuar con una velocidad y una fuerza históricas y solucionar cada una de las crisis que enfrenta nuestro país», en un mitin con sus seguidores antes de la investidura.
“Mañana al mediodía, se cierra el telón de cuatro largos años de decadencia estadounidense y comenzamos un nuevo día de fortaleza y prosperidad estadounidenses”, aseguró Trump.
«Es realmente reconfortante estar hoy aquí con todos ustedes en solidaridad y unión, frente a lo que va a ser un extremismo realmente horrible», dijo a la multitud Mini Timmaraju, directora del grupo de defensa Libertad Reproductiva para Todos.