Si ha habido un organismo internacional consecuente con los trabajadores ante las tropelías del chavismo ha sido la OIT
Se ha destapado recientemente una pirotecnia de opiniones en las redes sociales en torno a la recién finalizada reunión del 6/11/2021 del Consejo de Administración de la OIT, en el contexto de la Comisión de Encuesta que este organismo tripartito mundial ha designado para tratar las múltiples violaciones cometidas por el régimen madurista contra los trabajadores venezolanos y empresarios privados durante su gestión.
Llama la atención la polémica suscitada desde voceros del sindicalismo venezolano, contra representantes empresariales y sindicales que han participado en esa reunión. Sobre el tema no se debe andar con ligerezas o prejuicios, ya que si ha habido un organismo internacional consecuente con el mundo del trabajo desde que el chavismo llegó al poder en 1999 ha sido precisamente la OIT.
Venezuela en el foco de la OIT
Durante el siglo XXI Venezuela, más que ninguna otra nación, ha estado en el centro de atención de este organismo tripartito global. A nuestro país lo visitaron misiones de todo género: de consulta, contacto directo, técnicas, de alto nivel y, la de mayor renombre, la Comisión de Encuesta, que pone en evidencia al régimen, autocalificado obrero, como el más violador de convenios laborales en todo el mundo.
En el contexto del Consejo de Administración de la OIT participó el reconocido sindicalista venezolano Jesús Urbieta, hoy fallecido. Este logró impulsar en 2005 las recomendaciones de protección a los trabajadores petroleros despedidos, proponiendo su reenganche y reconocimiento de salarios caídos. Ah, es cierto que el régimen chavista no las ha implementado, precisamente por ser una dictadura. Pero al reestablecerse el Estado de derecho se debe cumplir con estos abnegados trabajadores discriminados y diseminados por el mundo.
La Comisión de Encuesta
Es importante destacar que la carga de la prueba y la iniciativa de solicitud a la Comisión de Encuesta la impulsó Fedecámaras, a la que luego se sumaron las diferentes centrales sindicales venezolanas, CTV, CODESA, UNT, ASI, CGT. En su contenido se procuró el cumplimiento del dialogo social, expreso en los siguientes convenios: 26 de salarios mínimos, 87 libertad de asociación, 144 dialogo social. Iniciativa que permitió la defensa de sindicalistas presos como Rodney Álvarez, Rubén González, entre otros.
Por tanto, hoy lo planteado en el escenario de la Comisión de Encuesta todavía constituye el punto de encuentro del maltrecho sindicalismo venezolano, fragmentado y disperso, cuyo significado y desarrollo debiera ser el punto de partida para su reconstrucción.
Decisiones de noviembre
Ello no desmerita algunas observaciones a las decisiones aprobadas el pasado 6/11/2021, como es el caso de las señaladas a continuación, cuyo contenido, a mi criterio, establece la continuación de la vigilancia de la OIT sobre la situación laboral en nuestro país. La misma está garantizada al señalar expresamente el texto:
(f) decide inscribir en el orden del día de su 344.ª reunión (marzo de 2022) un punto titulado “Evaluación de los progresos realizados por el Gobierno para asegurar el cumplimiento de las recomendaciones de la comisión de encuesta y, en función de ello, examen de todas las posibles medidas, incluidas las previstas en la Constitución de la OIT, para alcanzar ese objetivo”.
Posteriormente se debe aclarar detalladamente las implicaciones de esta otra decisión controversial:
“(b) reconoce las recientes medidas adoptadas por el Gobierno para iniciar un diálogo con los interlocutores sociales”.
Incumplimiento del régimen
Habría que plantearles a los voceros sindicales y empresariales participantes en esa reunión cuáles han sido esas medidas adoptadas por el Gobierno de Maduro, que no sea desconocer los sindicatos, los contratos colectivos, perseguir a los dirigentes sindicales, condenar al trabajador a salarios mínimos de hambre y en definitiva al trabajo esclavo.
El contexto internacional viene haciendo un seguimiento tenaz a las tropelías y barbaridades de la dictadura madurista. La CPI, que pasó a la fase de investigación por delitos de lesa humanidad; las extradiciones de conspicuos colaboradores del régimen a cárceles de EE. UU., y la continuidad de la Comisión de Encuesta de la OIT son escenarios que deben mantenerse sin medias tintas. Una presión que no debe darle respiro a un régimen criminal, que ha saqueado nuestro país y nos ha arrebatado nuestras conquistas democráticas.
Finalmente, lo recomendable a las opiniones controversiales es resaltar que no se le puede tirar piedras al árbol que ha protegido y vigilado al mundo del trabajo ante esta tiranía que degradó el trabajo digno, pulverizó los salarios y demolió la iniciativa privada.
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