Nuevamente el pueblo venezolano se expresó mayoritariamente en contra de una farsa electoral organizada por la tiranía criminal. El ausentismo en los centros de votación este domingo tiene una lectura inequívoca de desconocimiento al régimen usurpador que insiste en simular elecciones para intentar maquillar sus crimines y la
falta absoluta de derechos y libertades en Venezuela. El domingo no cambió nada, Maduro sigue siendo ilegítimo de origen y desempeño, por eso la única elección que importa y por la que seguimos luchando es una elección presidencial libre. Mientras tanto el presidente encargado y constitucional seguirá siendo Juan Guaidó.
Aprovechamos la presencia de observadores para recordarles que en Venezuela (así como en Nicaragua por cierto) los fraudes a la voluntad del pueblo no se cometen un día específico, sino que son continuados y estructurales. Los presos políticos, la compra de conciencia con la corrupción, la censura, el control social, la violación de la constitución y los derechos humanos, el amedrentamiento laboral, la violencia política, el éxodo masivo por razones humanitarias, la usurpación de los partidos políticos y el secuestro institucional de todos los poderes incluyendo el judicial y Electoral, impiden que se ejerza el voto en libertad y hacen que sea inútil cualquier espacio cedido.
Por todo esto debemos insistir en exigir condiciones para una elección presidencial libre, para lo cual se debe comenzar por elegir un ente electoral imparcial e independiente. Este es el clamor del pueblo venezolano que debe ser acompañado por la comunidad internacional. Presidenciales ya, como manda la constitución en su
artículo 233.
Respetamos y valoramos el esfuerzo de quienes votaron, al tiempo que reivindicamos el mensaje claro y contundente de quienes no lo hicieron en rechazo al fraude continuado. Ahora debemos reencontrarnos en la lucha por liberar a Venezuela, una lucha que es nacional e internacional. No podemos sentarnos a esperar el 2024 para que Maduro haga lo mismo que hizo Ortega en Nicaragua con total impunidad. Mantengamos la presión internacional y relancemos la protesta interna, bajo la bandera de elecciones presidenciales libres. Este debe ser el único punto a tratar en cualquier escenario de acuerdo y negociación que haya, comenzando por la designación de un nuevo CNE, toda vez que quedó demostrado que el actual responde, como siempre, a los intereses del PSUV. Esta es, entre muchas otras, la causa de la abstención. Culpar al pueblo que no avaló este farsa es blanquear el fraude de la tiranía.
Q’ Pasa en Venezuela