Kristina Rosales es la nueva voz en español del Departamento de Estado de EE.UU., puesto con el que la Administración Biden subraya la importancia del mundo hispano en la diplomacia norteamericana. Conversa con ABC desde Roma, donde ha asistido a la cumbre del G-20, clausurada este domingo.
Por Manuel Trillo / abc.es
En su primer viaje a Europa, Biden proclamó que «EE.UU. ha vuelto». Desde entonces han sucedido la salida de Afganistán y la crisis con Francia. Señalaba ‘The New York Times’ que no basta con no ser Trump. ¿Qué ofrece a la comunidad internacional?
EE.UU. ha mostrado en el G-20 que está de vuelta en un papel de liderazgo mundial, trabajando estrechamente con sus aliados en los desafíos comunes, independientemente de cualquier divergencia. Algunos son la seguridad sanitaria, cómo salir de la pandemia y cómo prepararnos de forma multilateral para otra que pueda venir. Otro tema ha sido el crecimiento económico y la creación de empleo. Y el combate al cambio climático, que se trató en el G-20 y se hablará en detalle, de forma multilateral, en Glasgow.
En el G-20 se acordó un impuesto mínimo del 15% a las multinacionales. ¿En qué mejora esta cumbre la vida diaria de la gente?
Esa fiscalidad mínima del 15% permitirá mucha más igualdad en sentido global, pero también para el americano de clase media. Hará que las corporaciones contribuyan más y se redistribuyan esas ganancias de forma más equitativa. También se abordó el tema de infraestructuras. Así como EE.UU. van a mejorar con la agenda de reconstrucción del presidente, apoyamos iniciativas para mejorar a nivel global la infraestructura energética, logística…
Aunque en la cumbre se saludaron, Biden y Pedro Sánchez aún no han tenido una reunión. Da la sensación de que la relación es algo fría…
Tenemos con España una relación muy estrecha de muchos años. Es un aliado con el que compartimos varios desafíos: la democracia, la migración, los derechos humanos… España ha ayudado en Afganistán y es un aliado muy próximo contra Daesh. Que no se hayan reunido no significa que la relación sea fría, seguimos trabajando estrechamente con nuestros amigos y socios en España.
¿Apoyará EE.UU. el próximo proceso electoral en Venezuela?
Observamos en detalle el proceso, como el de Nicaragua. Son sumamente importantes. Damos gran importancia a que el pueblo venezolano y nicaragüense tengan elecciones libres y justas. En estos años no les han dado la oportunidad de decir quiénes deben ser sus líderes. Esperamos que sea diferente; si no lo es, nos pronunciaremos.
¿Qué acciones tomará EE.UU. respecto a la represión en Cuba, más allá del apoyo moral a los opositores?
Estamos dando nuestra mano al máximo al pueblo cubano, al que el régimen sigue reprimiendo. Tuvimos encuentros con la diáspora y hay ideas en discusión, como dar acceso a internet y ayuda humanitaria.