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El juicio que comienza el lunes en Estados Unidos contra un venezolano acusado de enviar miles de kilos de cocaína se centrará en presuntos vínculos entre narcotraficantes y líderes militares del país sudamericano.
Por Luc Cohen / reuters.com
Los fiscales federales en Manhattan dicen que Carlos Orense pagó millones de dólares en sobornos a oficiales militares venezolanos de alto rango para proteger la cocaína que importaba de Colombia para su posterior envío a Estados Unidos.
Un testigo cooperante también testificará que un ex director ejecutivo de la refinería estadounidense Citgo Petroleum, propiedad de la petrolera estatal PDVSA, ayudó a Orense a lavar dinero a mediados de la década de 2000, según registros judiciales y un abogado involucrado en un caso paralelo.
Orense se ha declarado inocente de tres cargos de conspiración para la importación de narcóticos y posesión criminal de armas.
Citgo declinó hacer comentarios.
Las acusaciones estadounidenses de complicidad oficial de Venezuela en el tráfico de drogas han sido durante mucho tiempo una fuente de tensión en la gélida relación entre Washington y la nación miembro de la OPEP. El propio presidente Nicolás Maduro fue acusado en 2020 de cargos de “narcoterrorismo”, que calificó de falsos y racistas.
Dos sobrinos de la esposa de Maduro, Cilia Flores, fueron condenados en 2016 por un jurado de Manhattan por conspirar para importar cocaína a Estados Unidos. Fueron sentenciados a 18 años de prisión pero liberados el año pasado como parte de un acuerdo de intercambio de prisioneros con Caracas para liberar a siete estadounidenses.
El juicio de Orense incluirá testimonios detallados sobre cómo los traficantes influyeron en el Ejército de Venezuela durante los mandatos de Maduro y de su predecesor y mentor, Hugo Chávez.
“Las cargas de narcóticos del acusado entraron, salieron y se movieron alrededor de Venezuela con impunidad gracias al apoyo de funcionarios y militares venezolanos”, escribieron los fiscales en un expediente judicial del 4 de noviembre.
Los abogados de Orense han dicho que el caso se basa en “rumores” y dijeron que no había pruebas directas de que sobornara a funcionarios.
También se espera que ataquen la credibilidad de un testigo clave de la fiscalía, a quien los funcionarios han descrito en documentos judiciales como un ex miembro del cártel de Orense desde 2003 a 2010 y que fue condenado por cargos de fraude federal en 2015. El testigo recibe un pago para cooperar con el Gobierno.
Los fiscales han alegado que Orense trabajó estrechamente con un exjefe de la agencia de inteligencia militar de Venezuela, que fue acusado junto con Maduro, y quien extraditado a Estados Unidos desde España a principios de este año.
No nombraron a ese exjefe, pero la descripción coincide con la de Hugo Carvajal, quien se declaró inocente de cargos de narcotráfico en julio. El abogado de Carvajal confirmó que los fiscales se referían a su cliente. (Reporte de Luc Cohen en Nueva York. Editado en español por Vivian Sequera)