El gobierno de Estados Unidos alertó este miércoles a ser “extremadamente cautelosos” al invertir en Nicaragua “bajo el gobierno autoritario del presidente Daniel Ortega”, pues asegura que en el país se siguen suspendiendo los derechos civiles, y se hace caso omiso al estado de derecho.
Washington añadió que por medio del Parlamento, controlado por el oficialismo, se han aprobado al menos seis leyes “represivas” que deberían alarmar a los inversionistas, dentro de ellas la Ley de Agentes Extranjeros que establece prohibiciones para que personas que reciban dinero del extranjero puedan aspirar a un cargo público.
“Han pasado casi tres años desde que la crisis político-económica de 2018 que dejó más de 300 manifestantes pacíficos muertos y más de 100.000 desplazados y solicitando asilo fuera de Nicaragua”, dijo el documento del Departamento de Estado.
“El régimen de Ortega continúa suspendiendo los derechos civiles garantizados constitucionalmente, deteniendo a los presos políticos y haciendo caso omiso del estado de derecho, creando un clima de inversión impredecible plagado de riesgos para la reputación y regulación arbitraria”.
Según datos del Banco Central de Nicaragua la inversión extranjera directa en el país cayó un 63,75% en 2020, en comparación con el año anterior.
En 2019, Nicaragua obtuvo en inversión extranjera directa al menos 503 millones dólares, mientras que en 2020 solo fue de 182,3 millones de dólares. La cifra la más baja en los últimos años.
En entrevista pasada con la Voz de América, el representante del sector privado, Michael Heally explicó que el inversionista busca “que las reglas del juego estén claras”, sin embargo, señala que en Nicaragua se ha visto en los últimos tres años de crisis sociopolítica “que todo ha ido cambiando y eso te espanta la inversión extranjera”.
Falta de ingresos
Por otro lado, Estados Unidos advirtió que el gobierno de Ortega busca inversión extranjera directa para proyectar normalidad y apoyo internacional en un momento en que el influjo prácticamente se ha detenido tras la violenta represión de las protestas pacíficas por parte del gobierno a partir de abril de 2018.
“Como las fuentes tradicionales de inversión extranjera directa huyeron de la crisis política en curso, el gobierno ha buscado cada vez más inversiones extranjeras de otros países como Irán y China. Los incentivos a la inversión se dirigen a empresas centradas en la exportación que requieren grandes cantidades de mano de obra no calificada o poco calificada”, señala el informe.
Agrega que también algunas empresas estadounidenses se han visto perjudicadas por reformas fiscales del gobierno aprobadas en 2019, algo que ha sido cuestionado por otros sectores en Nicaragua por considerarlo una “estrategia voraz” para recaudar más dinero y sostener el gasto público.
“El gobierno prometió revisiones a la reforma después de un período de observación de 90 días, pero hasta abril de 2021, más de dos años después de la implementación de la reforma, todavía no se han propuesto revisiones” añade Estados Unidos.
Según el economista Luis Murillo, esta incertidumbre y falta de confianza de los inversionistas se mantendrá hasta el próximo año a medida que se conozcan los resultados de las elecciones presidenciales.
“Por el contexto, todos los inversionistas nacionales y extranjeros están con expectativa con lo que va a suceder con las elecciones, y esperarán a ver resultados y en dependencia de ello verán si invertir en 2022”, concluyó.
Nicaragua celebrará sus elecciones el próximo 7 de noviembre.
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