La sangre de la guerra que se libra entre dos bandos internos de la llamada revolución bolivariana podría haber llegado al río con la muerte de Leoner de Jesús Azuaje Urrea, presidente de la empresa Cartones de Venezuela, quien fue detenido el 6 de abril y quien supuestamente se habría suicidado el 21 de abril 2023; la publicación de una foto del cadáver, horas después, y las versiones “inocentes”, algunas claramente encontradas entre sí, de medios de propaganda del régimen venezolano o allegados a él, evidencia una guerra en crecimiento, que tiene un foco dirigido contra el Fiscal General de la República, Tarek William Saab.
Esto ocurre en el marco de la trama que contra Tareck El Aissami arrancó ante la opinión pública desde que el 17 de marzo 2023 fueron detenidos, por el SEBIN, funcionarios del poder judicial de Caracas. Los hechos se desencadenaron rápidamente con la aparición de la Policía Nacional Contra la Corrupción (PNCC), la detención de funcionarios pertenecientes al círculo del Ministro del Petróleo, quien renuncia el 20 de marzo a través del Twitter. Desde entonces la guerra ha sido feroz, con información y contrainformación.
Desde que arrancó la supuesta lucha contra la corrupción, operativo “Caiga quien caiga”, fue evidente que habían obviado a Tarek William Saab Halabi, de familia libanesa, y al Contralor General, Elvis Eduardo Hidrobo Amoroso. En un comunicado del 17 de marzo, la PNCC dice “ha iniciado una solicitud al Ministerio Público de encauzamiento judicial de una serie de individuos que violando el sagrado juramento de honestidad, moral y ética que realizaron para asumir las responsabilidades asignadas, podrían estar incursos en graves hechos de corrupción administrativa y malversación de fondos, en clara acción lesiva de los intereses y necesidades de la República y sus habitantes”.
Se planificó el inició del operativo con conocimiento de que Tarek William Saab no se encontraba en el país y aun cuando el decreto, N° 1.444, publicado en Gaceta extraordinaria N° 6.156 del 19 de noviembre 2014, que da vida a la Policía Contra la Corrupción, establece en su artículo Nr. 8 que la PNCC “trabajará de manera integrada con la Contraloría General de la República y el Ministerio Público a fin de desarrollar sus actividades preventivas, investigativas y operacionales en la lucha contra la corrupción. Integración intergubernamental”.
El 5 de marzo 2023, Nicolás Maduro dice públicamente: “Se encuentra entre nosotros el fiscal de la dignidad y la justicia, el Fiscal General de la República, defensor de los derechos humanos, redactor de la constitución de Venezuela, Doctor Tarek William Saab, ídolo de multitudes”, pero 13 días después la Policía Nacional Contra la Corrupción, que debe rendir cuentas directas a Maduro, emite un comunicado y arranca el operativo sin que el Fiscal haya sido notificado, como él mismo lo reconoció ante periodistas, además de encontrarse para el momento presidiendo la delegación venezolana para el XV Encuentro Internacional de Ciencias Penales que se realizó en el Palacio de Convenciones de La Habana.
Es evidente que no tenía información alguna del inicio de la purga madurista, porque desde el 15 de marzo se encontraba en Cuba y el 18, cuando estaba en pleno la operación “contra corrupción”, él se estaba reuniendo con el presidente cubano Miguel Díaz Canel.