Durante el pasado mes de noviembre, se observó una desaceleración en la tasa de inflación mensual, que alcanzó el 1,8%. Sin embargo, las cifras interanuales y acumuladas siguen generando preocupación, situándose en un 286% y 181,6%, respectivamente.
Esta desaceleración se atribuye a varios factores, entre ellos, la apreciación del tipo de cambio en un 0,12%. Además, la contracción de la demanda, impulsada por la fijación del tipo de cambio como estrategia para contener la inflación, y la disminución del gasto público, también jugaron un papel crucial en este escenario.
En cuanto a los rubros que experimentaron aumentos significativos, destacan Comunicación con un 5%, Esparcimiento con un 3,5%, Servicios con un 3%, y Alimentos y Bebidas No Alcohólicas con un 2%. Sin embargo, el sector de Restaurantes y Hoteles experimentó una deflación del 2,4%, fenómeno que suele asociarse a contracciones difíciles de superar. Cabe señalar que este rubro, al tratarse de bienes transables, está menos sujeto a las variaciones del tipo de cambio y refleja las dinámicas internas de la economía.
Históricamente, noviembre se caracteriza por fuertes presiones inflacionarias estacionales, y el resultado actual debería alertar sobre un posible proceso contractivo, especialmente en un contexto de levantamiento temporal y parcial de las sanciones sobre Pdvsa.
Finalmente, la canasta alimentaria del mes de noviembre experimentó un aumento significativo, registrando un incremento de USD $387.
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