Lapatilla
En el olvido. Así ha quedado el Hospital del Mar, ubicado en el municipio Ocumare de la Costa de Oro del estado Aragua. Esta obra representaba un avance en materia de salud y se convertiría en una zona de impulso y desarrollo para los habitantes de Ocumare, al beneficiar a unas 20.000 personas de manera directa e indirecta durante el año.
Por Adalberto Pérez / Corresponsalía lapatilla.com
Fue inaugurado en el año 2006 bajo la gestión del entonces gobernador Didalco Bolívar. Posteriormente, fue abandonado en su totalidad durante el mandato de Rafael Isea, para luego en el período de Tareck El Aissami, ser “reinaugurado” hasta que fue sometido a la desidia y el deterioro en los años de gestión de Rodolfo Marco Torres y Karina Carpio, al extremo que fue desvalijado.
El Hospital del Mar tenía una amplia gama de servicios, diseñados para promover la salud y el bienestar de sus pacientes. Entre las terapias y tratamientos a realizar, incluían caminería terapéutica, peloides (fango terapia), electroterapia, gimnasio, acupuntura y mesoterapia.
Pero este centro asistencial no se limitaría a terapias físicas y neurológicas, sino que abarcaría también campos como medicina estética, rejuvenecimiento, estimulación temprana, metabolismo y nutrición, fisiatría, naturoterapia y fisioterapia, que incluía tanto hidroterapia como electroterapia.
Equipos de vanguardia
Las instalaciones estaban equipadas con tecnología especializada para garantizar la eficacia de los tratamientos. Entre los equipos destacados se encontraban las bañeras Niágara, Jamaica y Mariposa, cada una adaptada a diferentes necesidades, incluyendo pacientes cuadripléjicos. Además, contaba con duchas jet y duchas de fusión, así como un agitador de fango en el área terapéutica.
Asimismo, el área de gimnasio estaba equipado con maquinarias de última generación como bancos de pesas, escaleras mecánicas, abductor de cadera, rollos terapéuticos, multifuerza y polea de pecho, entre otras unidades de entrenamiento.
En cuanto al entrenamiento cardiovascular, quienes visitaban este centro de rehabilitación podían hacer uso de las escaladoras, caminadoras, bicicletas reclinadas y bicicletas de spinning, así como de equipos destinados a la terapia ocupacional, que desempeña un papel fundamental en la recuperación y mejora de los pacientes.
Según los habitantes de este pueblo aragüeño, todos estos servicios ofrecidos de manera gratuita, solo funcionaron y estuvieron operativos en su totalidad cuando fue inaugurado en 2006 y posteriormente en 2015 al momento de su reapertura.
Bautizado como el Centro Integral Bolivariano de Hidrología Médica, el Hospital del Mar sería además utilizado como punta de lanza turística, al convertirse un espacio de rehabilitación integral, donde las personas de diferentes estados del país podrían aplicarse sus terapias, lo que conllevaría a que se hospedaran y usaran los distintos servicios que ofrece Ocumare a sus visitantes.
Fuente de empleo que no prosperó
La puesta en marcha de esta obra permitió la generación de 238 puestos de trabajo, pero actualmente tan solo pocos permanecen. “No sabemos cómo funciona aún el Hospital del Mar. Iba a ser uno de los lugares que más generaría empleo en Ocumare, al día de hoy sobreviven unos pocos”.
Los pocos trabajadores del Hospital del Mar se negaron a declarar, incluso de manera anónima. “Este es uno de los pocos espacios que ofrece empleo, a pesar de que queda menos del 10 % de la nómina inicial. Si hablamos de las condiciones de este centro de salud, tememos represalias de Corposalud, por esa razón espero que comprendan que por tal motivo no queremos declarar, porque queremos resguardar nuestro empleo ante un acto de pase de factura”, fueron las únicas palabras que dijo una de las personas que labora en este lugar.
“Prácticamente, lo único que funciona del Hospital del Mar es la parte del gimnasio, la cual había sido desmantelada en la gestión del gobernador Rodolfo Marco Torres. Las personas que administran o cuidan el Hospital del Mar cobran 20 dólares para quienes quieran hacer uso de todas las máquinas que se encuentran allí”, señaló un ocumareño que reside cerca.
Agregó que con los 20 dólares, las personas que están al cuidado de este centro de salud y rehabilitación terapéutico, compran los materiales de limpieza que garantizan las condiciones mínimas. “Al menos sabemos que los 20 dólares son usados para la limpieza. Si no hacen autogestión, ya eso se hubiera terminado de venir abajo”, insistió.
Referente al centro “regulador” del Hospital del Mar que se habría instalado en la sede de Corposalud Aragua, ubicada en Las Delicias, zona norte de Maracay, con el fin de evaluar a los pacientes para ser referidos al Hidrológico en caso de que fuera necesario, comentó que “eso no se sostuvo con el tiempo tampoco”.
Pagaron y se dieron el vuelto
En el año 2019, en un acto que generó indignación y consternación entre la comunidad de Ocumare de la Costa de Oro, denunciaron la presunta apropiación indebida de equipos médicos esenciales por parte de una comisión de la Gobernación de Aragua.
“Este centro asistencial, adscrito a Corposalud, ha sido víctima de un despojo inaceptable que afecta directamente a la salud y el bienestar de los habitantes de la región”, recordó uno de pobladores de Ocumare.
La alarma se encendió cuando se supo que esa comisión, supuestamente enviada por la gobernación de Aragua, habría ingresado a las instalaciones del Hospital del Mar con la clara intención de llevarse varios equipos médicos, en su mayoría máquinas de la marca Matrix.
Estos equipos, que desempeñaban un papel crucial en la rehabilitación y las terapias, formaron parte de la dotación que en el año 2015 realizó el entonces gobernador Tareck El Aissami, durante la reinauguración de este centro médico.
Durante la última campaña a la gobernación, Karina Carpio, aspirante a ser la máxima autoridad para el momento, informó que “este centro asistencial será asumido en el plan de gobierno, de allí que se generaran estrategias para su recuperación y puesto al servicio de los habitantes de Costa de Oro”.
Ya elegida como gobernadora, los pobladores aún esperan por el cumplimiento de los ofrecimientos de Carpio, así como del alcalde Wilmer Leal, quienes prometieron nuevamente la recuperación de este espacio concebido para atender diversas necesidades en cuanto a la fisioterapia y rehabilitación integral.
“Nosotros como pobladores de Ocumare de la Costa simplemente queremos que este espacio sea lo que fue, que se convierta primeramente en un espacio de salud y que sean atendidas las personas que lo requieran y que, además de eso, genere más empleo y sobre todas las cosas impulse el turismo, porque de eso es lo que vivimos, del turismo”, indicó de manera anónima un habitante de este pueblo del litoral aragüeño.