Esta es la segunda vez que José Andrade busca comunicar en las emisoras de radio de la capital deltana, el deseo de su corazón de poder abrazar a su hermano que se encuentra detenido por el presunto delito de trata de personas junto a Elita, Ornelys Navarro, su yerno y dos de sus hijas.
José dice que ha hablado con abogados al parecer le falta orientación de organismos que atiendan casos de indígenas locales. Asegura que conversó hace un año con Alexis Valenzuela presidente de la oficina que atiende los asuntos de indígenas en la región, pero no consiguió una respuesta satisfactorias ya que le dijo según sus propias palabras que “estaba difícil”.
Le recomendaron hablar con Francisco Martínez, diputado a la Asamblea Nacional y le dijo que lo iba a ayudar, tomando en cuenta que tiene asignado el tema de la comisión de la Revolución Judicial que revisa los casos de retraso procesal de la población penal.
Andrade insiste en que no sabe si tienen miedo de hablar de ese caso, pero a su juicio ahorita lo que quiere es viajar para ver a su familiar y llevarles alimentos a todos porque asegura que están pasando hambre y reflexiona en que si estuvieran aquí todos los días los visitarían. Como se recordará Arturo Vizcaíno es un warao que trabajaba en el Hotel San Cristóbal de Tucupita y fue detenido y sacado del estado junto a la dueña y prestadora de servicio Ornelys Navarro, dos hijas y el esposo de una de ellas, junto a Arturo. Ya van dos años seis meses privados de libertad y sin atención jurídica.
Andrade pide apoyo para poder llegar a La Guaira, se aferra a cualquier esperanza o nombre, porque ya son 2 años 6 meses sin su hermano y confiesa que no quiere que llegue otro diciembre sin poderlo abrazar.