Hamás afirmó este lunes que 33 rehenes en Gaza han muerto y otros habían desaparecido durante la guerra de casi 14 meses que enfrenta al grupo militante palestino e Israel en el enclave. No brindó sus nacionalidades.
«Con la continuación de su guerra loca», dijo el grupo en un comunicado dirigido a Israel, «podrían perder a sus rehenes para siempre. Hagan lo que tengan que hacer antes de que sea demasiado tarde».
Poco después, Hamás publicó un video en el que, según dijo, detallaba cuándo y cómo habían perecido los rehenes, y culpaba al primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, de su destino.
El Ejército israelí no hizo comentarios de inmediato, mientras continuaban los ataques militares en Gaza.
Por otro lado, el presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, dijo que se desataría «un infierno» en Oriente Medio si los rehenes retenidos en la Franja de Gaza no son liberados antes de su investidura el 20 de enero.
«Los responsables serán atacados con más fuerza de lo que se ha golpeado a nadie en la larga historia de los Estados Unidos de América», dijo Trump en un mensaje en las redes sociales.
El domingo, el asesor de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, Jake Sullivan, dijo que la posibilidad de poner fin a más de un año de combates entre Israel y Hamás en Gaza, y la liberación de unos 100 rehenes retenidos por los militantes es ahora “más probable” gracias al alto al fuego alcanzado la semana pasada entre Israel y Hezbolá en el Líbano.