Este domingo se consumó el fraude electoral en Nicaragua, donde la dictadura de Daniel Ortega organizó unas elecciones presidenciales fraudulentas después de encarcelar a 7 candidatos y causar terror entre la población con más de 150 presos políticos y 328 personas asesinadas.
Por: CCN
Ante esta grave situación, el presidente encargado de Venezuela, Juan Guaidó, resaltó cómo el mundo democrático ha rechazado este evento político en el que Daniel Ortega reafirmó una vez más un sistema dictatorial que está acabando con la vida de los nicaragüenses.
“Este fraude repetido y perpetuado, hoy reiterado en los casos de Cuba y Venezuela, debe llamar al mundo democrático a la reflexión sobre el verdadero alcance de la lucha contra las dictaduras de nuestros tiempos. ¿Estamos haciendo lo suficiente?”, se preguntó.
Igualmente, el mandatario nacional reconoció la lucha y firmeza que han tenido los distintos líderes políticos en Nicaragua que buscan el restablecimiento de la democracia, tales como: Cristina Chamorro, Felix Madariaga, Juan Sebastián Chamorro y Daysi Tamara Dávila, a quienes reconocemos y aplaudimos por su firmeza.
Asimismo, aseguró que Ortega burló toda forma republicana al igual que lo hizo Maduro en 2018, quien producto de la resistencia democrática venezolana, y una vez derrotada la propaganda del régimen, fue expuesto como un dictador al carecer de toda legitimidad constitucional.
El presidente encargado hizo un llamado a la comunidad internacional a actuar para cesar con el dolor causado por dictaduras como la de Maduro que han generado crisis migratoria y de refugiados, promoción del terrorismo y narcotráfico, delitos de lesa humanidad y emergencia humanitaria compleja, que en la actualidad mantiene al 76.6% de los venezolanos bajo el índice de pobreza extrema.
“No podemos permitir este destino en otros países, es aterrador tan sólo proyectarlo.?? El mundo democrático debe tomar acción para enfrentar estos regímenes de terror. El destino de los regímenes autoritarios es el desprecio de sus pueblos y de la historia, pero la realidad de la gente que los padece, es el dolor y el sufrimiento prolongado. Por esto es deber de los demócratas enfrentarlos en todos los planos”, aseveró.
Al respecto, recalcó que solo ser descriptores de esta tragedia, no solo le permite a los dictadores mantenerse en impunidad, sino también le da aliento a otros populistas en el mundo, como es el caso del heredero de los Castro, Díaz Canel, quien es un incentivo para la proliferación de las dictaduras en el mundo. En tal sentido, Guaidó señaló a Bielorrusia o Myanmar como parte de una tragedia sobre la que instó a no voltear la mirada.
Además, indicó que quienes luchan por la democracia deben construir un frente unificado que haga responsable a los dictadores por crímenes cometidos, que reúna la fuerza de todos para avanzar contra las dictaduras y rescatar la dignidad de los pueblos.
“No son suficientes declaraciones y comunicados, debe tomarse acción. El objetivo central debe ser proteger a los más vulnerables y hacer de la Carta Interamericana un instrumento de defensa real a la democracia viva, no meramente referencial para ONG’s, defensores de derechos humanos y pueblos oprimidos”, agregó.
Por ello, insistió en que el compromiso con el planeta en medio de la lucha para preservarlo para la futuras generaciones no sólo se circunscribe a la necesaria protección de la acción del hombre sobre el ambiente, como se debatió ampliamente en la COPP26, sino también abarca la necesidad de revisar la acción del hombre sobre el hombre mismo, para proteger la dignidad humana y para que las futuras generaciones sean libres, y puedan hacerse responsables no solo del planeta, sino de su conducta como humanidad.
Para finalizar, Guaidó llamó a reforzar el trabajo que hacen los defensores de la democracia a nivel mundial en la primera línea de batalla, y al mismo tiempo llamó a la reflexión a los líderes del mundo democrático sobre cuáles son los mecanismos que hoy están disponibles para hacer contrapeso a los regímenes dictatoriales.
“¿Qué herramientas para tomar acción están disponibles?, ¿Son suficientes?, ¿Cómo construimos mecanismos más eficientes? El mundo se debate hoy entre la lucha por la democracia y la proliferación de los regímenes autocráticos. No es una batalla sencilla, pero tenemos que darla en defensa de la dignidad de nuestra gente. Hagámoslo unidos”, concluyó.