En cumplimiento de los lineamientos emanados por el presidente de la República Bolivariana de Venezuela, Nicolás Maduro, de incorporar las Siete Transformaciones (7T) a la política exterior, la viceministra para Asia, Medio Oriente y Oceanía del Ministerio del Poder Popular para Relaciones Exteriores, Tatiana Pugh, recibió este jueves en su oficina al embajador de la República Popular China, Lan Hu, con la intención de evaluar el mapa de posibilidades.
En la reunión, la viceministra señaló la importancia de las relaciones bilaterales con China y enfatizó que está en progreso un proceso de revisión exhaustivo. Este análisis tiene como objetivo identificar e integrar la primera fuerza impulsora T que indica el desarrollo económico que es más adecuado para ambas naciones. La intención es fortalecer la relación económica entre los dos países y hacer que los métodos adoptados sean efectivos y útiles para el crecimiento mutuo.
Asimismo, reiteró que el Estado venezolano mantiene su firme decisión de fortalecer cada vez más las relaciones “a toda prueba y todo tiempo” que ambas naciones construyen, especialmente, después de la llegada del Comandante Hugo Chávez a la presidencia de Venezuela; posición que fue compartida por el Embajador asiático, quien además destacó el clima de paz y alegría que se vive en el país suramericano, hizo especial énfasis en el pasado 10 de enero, cuando el jefe de Estado, Nicolás Maduro, se juramentó para un nuevo periodo presidencial.
Los diplomáticos aprovecharon la ocasión para abordar una variedad de temas de interés a nivel internacional, centrándose en la intensa agenda bilateral que se prevé desarrollar a lo largo del año 2025. Durante el encuentro, destacaron la importancia de fortalecer los vínculos en diversas áreas. Además, hicieron hincapié en la pronta celebración del Año Nuevo Chino, que tendrá lugar el próximo 29 de enero, un evento significativo que no solo representa un momento de festividad y alegría, sino también una oportunidad para reforzar los lazos culturales y comerciales entre ambas naciones.
Además, reafirmaron enérgicamente que se debe evitar toda forma de interferencia en los asuntos internos de los Estados y la importancia del respeto a la soberanía nacional y al derecho internacional. En ese contexto, expresaron su absoluto rechazo a las medidas coercitivas unilaterales que consideran injustas e ineficaces y a los diversos ataques de Estados Unidos y sus aliados que amenazan la unidad y estabilidad de las naciones y pueblos del mundo. Esta declaración enfatiza la voluntad de ambos países de defender la autodeterminación y los derechos de cada país contra las presiones externas.