A finales del año 2002 y principios de 2003 el régimen tomó la determinación de despedir a más de 23mil profesionales, técnicos, personal administrativo y obrero de PDVSA, porque éstos no avalaron la politización y la ideologización de la principal industria del país.
Todas estas acciones inconstitucionales activaron el desacuerdo y la protesta pacífica de la sociedad civil, sin embargo el régimen empezó a enseñar su verdadero proyecto absolutista y las armas de la represión contínua, mientras fraguaba una alianza con organizaciones y países afines a su ideología que gradualmente fueron penetrando al país en diferentes ámbitos y estructuras de la administración pública. De esa operación ideológica fue pasto PDVSA, con el ingreso de simpatizantes, operadores políticos y grupos irregulares que en estos 22 años contribuyeron a la devastación de la industria del petróleo, del gas y de la petroquímica.
“Venezuela es de todos y el petróleo es del pueblo”
Este antetítulo expone una de las mentiras que constantemente difundió el régimen, para dar a entender una idea falsa de nacionalismo y desarrollo, cuando en verdad la industria fue penetrada por operadores políticos que consolidaron la ruina del principal sector energético, que en 1987 fue considerado por el Índice Forbes, como el segundo mejor gerenciado en el mundo.
Y de una manera inexplicable profundizaron la pérdida de su patrimonio, sus activos y la producción que en 1998 era de 3millones 279 mil barriles diarios de crudo. Adicionalmente en gas (GLP) se producía 3.965 millones de pies cúbicos por día y entre gasolinas y diésel se logró una producción de 350mil barriles diarios que cubrían la demanda nacional y el resto se exportaba para generar más ingresos a la nación. Yendo más allá de estos números, la alta gerencia meritocrática ya tenía planificado los procedimientos para que el país alcanzara la producción de 7,5 millones de barriles diarios de petróleo en el año 2015, meta que obviamente no cumplieron.
El régimen distorsionó el objetivo real de la industria petrolera introduciéndola en labores ajenas a su misión, como el cultivo de verduras, la fabricación de casas, el otorgamiento de bombonas de gas doméstico a seguidores políticos, la distribución de alimentos y el envío de cargamentos de petróleo a 19 países del Caribe y Suramérica (Petrocaribe) a precios irrisorios y con condiciones de pago preferenciales; que un 95% las naciones no honraron, causando más perdidas al país.
El cambio es la mejor garantía
En estos 19 años de constante actividad La Asociación Civil Gente del Petróleo ha multiplicado sus esfuerzos, siempre dentro de la Constitución, junto a la sociedad civil, para el retorno de la democracia con actividades de formación y concientización ciudadana. De la misma forma, elaboró un plan viable y moderno, junto a 150 profesionales y técnicos, para rescatar, estabilizar y transformar la industria de los hidrocarburos. Igualmente, junto a Unapetrol, introdujo ante la Comisión de Justicia y Paz, de la legítima Asamblea Nacional, un proyecto de ley para el reconocimiento de los derechos conculcados a los despedidos de Pdvsa en los años 2002-2003 y actualmente propugna una alianza unitaria que acelere el cambio en un país, donde 28,7 millones de venezolanos están hastiados y claman por libertades, instituciones fuertes, reactivación de todo el aparato productivo, trabajo, salud, alimentos, infraestructuras, seguridad y una educación innovadora que desmantele los muros del retroceso y el fracaso.