Si la mitad de los ganaderos del mundo practicaran la ganadería regenerativa podríamos llegar a niveles preindustriales de dióxido de carbono en la atmósfera y gases de efecto invernadero .Es decir, más allá de las opiniones determinantes sobre la ganadería y su impacto ambiental, existen alternativas que permiten avanzar en el problema con soluciones efectivas.
Así quedó de manifiesto en la charla realizada en las instalaciones de la Asociación de Productores Rurales del estado Barinas (Asobarinas).
Durante más de dos horas el ingeniero en producción animal Jair Pérez, expuso con detalles y precisión, las Ventajas e Implementación de la Ganadería Regenerativa, la cual está basada en un manejo holístico que favorece la actividad fotosintética y la salud del suelo, gracias a la captura de más carbono, retención del agua y aumento en la capacidad de carga de los predios, con una reducción drástica de los agroquímicos e insumos que se usan.
¿Cómo lograrlo?
¿Cómo es posible lograr esto? Con la mayor cantidad de animales posibles, en el menor espacio posible, por el menos tiempo posible, con tiempos óptimos de reposo.
“En este particular, actuamos directamente en la triada de desarrollo sostenible, en la dimensión social- ambiental-económica, siendo el hombre el dinamizador de la misma. Nosotros como seres humanos siendo causantes por varias décadas de la degradación del suelo, tenemos la oportunidad de reivindicar a la ganadería con la naturaleza”.
Dentro de las ventajas de la rentabilidad se incluye el tener un impacto social positivo, con el aumento de la carga animal, bajos costos (menos insumos), mejora de suelos y cosechas.
Esto último se logra a través de la acumulación de materia orgánica por vías de las excretas de los animales y por la interacción que generan las raíces en el suelo, aumentando la cantidad de humus. De igual manera, podemos hacer rotación de cultivos en estos suelos ganaderos para aprovechar mejor la tierra.
Pérez indica en este sentido que el suelo es la base de sustentación de nuestros sistemas, es decir, representan la base de nuestros sistemas. “Un suelo sano promueve una planta sana y genera mayor cantidad y calidad de comida, y pastos y forrajes y podemos alimentar a mayor cantidad de animales”.