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Mucho se habla de los daños que ocasionan los derrames de crudo en el Lago de Maracaibo, por su gran importancia ambiental para Suramérica. Sin embargo, en Falcón hay un pulmón ambiental que también sufre graves consecuencias y que se han acentuado en los últimos cuatro años por los constantes derrames de productos desde el Complejo Refinador de Paraguaná (CRP). Se trata del Golfete de Coro.
Irene Revilla // Corresponsalía lapatilla.com
Según el Observatorio Venezolano de Derechos Humanos Ambientales (ODHHA) de la ONG Clima 21, no hay un registro de los daños causados por los constantes derrames y fugas de gas, petróleo y hasta de residuos de las piscinas de las refinerías Amuay y Cardón, que forman parte del CRP.
El Golfete de Coro está sometido a innumerables daños, porque en su zona, además de estar ubicadas las dos refinerías más grandes de Venezuela, también lo atraviesan seis tuberías de gas, petróleo y agua que dan suministro desde Bajo Grande en el estado Zulia, a este importante complejo refinador, pero la falta de mantenimiento y la caducidad de las tuberías y de las áreas de las refinerías, están ahogando un importante pulmón.
Allí conviven más de 10 comunidades de pescadores artesanales, y también es el aposento de aves migratorias que llegan a los manglares para abastecerse de alimentos y descansar. Son zonas protegidas como parques nacionales y reservas naturales, que no se les respeta su condición especial y que de continuar así, estarían destinadas a perder todas sus cualidades naturales.
Unos 10.000 habitantes de todo el estado Falcón están afectados por los derrames y la negligencia de Pdvsa. Un ejemplo son los habitantes de Tiguadare en la Península de Paraguaná, quienes han perdido pescas enteras por la contaminación de crudo. Se trata de una zona que también ha quedado sin peces por la misma situación. Ante este problema, los pescadores han debido migrar a otros sectores para poder trabajar y llevar el sustento a sus hogares.
En el caso de Amuay, en el municipio Los Taques, se han manchado lanchas y redes, además de las orillas, y con ello se han afectado las especies de peces y moluscos que se reproducen en las arenas, y que constituyen uno de los principales sustentos de estas comunidades.
¿Cuántos derrames y fugas en los últimos años?
Clima 21 afirmó que de enero a junio de 2023 se han registrado derrames y fugas de petróleo en siete estados del país, siendo los más afectados Zulia con 23 y Falcón con 13. En enero se registraron 15 derrames, 4 en febrero, 6 en marzo, 7 en abril, 7 en mayo, 5 en junio, 6 en julio y 6 en agosto, de los cuales 50 % ocurrieron en Falcón. Del 2021 al 2023, en promedio hubo siete derrames por mes en Falcón y Zulia.
En el último balance de Gestión Social Ambiental de Pdvsa que fue publicado en 2016, se detalló que registraron 8.250 derrames, por lo que el ODHHA de Clima 21 considera que el número de derrames y fugas que se registran gracias a los medios de comunicación y denuncias verificadas, están muy bajo en comparación al último informe de Pdvsa.
El estado Falcón no es sólo afectado por los derrames de crudo del CRP, sino también de la refinería El Palito en el estado Carabobo. La región tiene el Parque Nacional Médanos de Coro, el Refugio de Fauna Silvestre de Cuare, reserva de fauna silvestre y un parque marino acuático que es Morrocoy, todos severamente afectados por los derrames que no se atienden a tiempo.
Derrames y fugas: ¿qué son?
La licenciada en Biología de la Universidad Central de Venezuela, Cristina Fiol, quién además forma parte de varias ONG en defensa del ambiente como Provita, Caribe Sur y Clima 21, y con 29 años de experiencia en estudios ambientales, explicó que los derrames son accidentes industriales en los que se pierde petróleo, que se arrastra y se esparce llegando a alcanzar grandes extensiones en el mar, produciendo emulsificacion, biodegradación y, por último, hundimiento y sedimentación.
El petróleo se puede evaporar en dos o tres días y los restos van al fondo marino, pero los planes de contingencia deben ser más rápidos y atenderlos, incluso, antes de que sucedan. Entre las buenas prácticas están las contingencias para atender las consecuencias de estos hechos, que Pdvsa muy bien conoce cómo actuar en estos casos, porque antes de construir las refinerías y los métodos de traslado de los materiales, se estudian los daños ambientales y a la sociedad.
La especialista explica que existen planes de contingencia para atender las emergencias y los accidentes. “Los planes de contingencias son estrategias que se conciben bajo la óptica de planificación ambiental. Se debe hacer un estudio preliminar sobre todo el área para elaborar el plan y dar respuesta a la colectividad y al ambiente para evitar que suceda lo que últimamente está pasando.
“Es decir estar preparado y atender con tiempo, no como está sucediendo ahora que son los navegantes o las imágenes satelitales que alertan, pasan días y nadie llega a atender”.
Desde 1986 hay un plan de contingencia en Venezuela, debido a los derrames de crudo de tanqueros. Fue una planificación para el transporte de tanqueros o buques.
En este plan se debe notificar que hay un derrame. Posteriormente, evaluar el origen y los daños, y luego valorar la situación y así dar la respuesta para la movilización de personal, buques, aviones y todo lo que sea necesario para la limpieza, que es lo que garantiza el proceso de recoger la mayor cantidad de crudo para disminuir los daños. Después se hace un nuevo estudio de lo aplicado para conocer si funcionó el plan o si hay que hacer otra restauración de los sitios impactados.
Daños incuantificables
El doctor Carlos Carmona del Centro de Ecología del Instituto Venezolano de Investigaciones Científicas (Ivic) desertó sobre la recurrencia de las fugas de hidrocarburos al este del Golfo de Venezuela. Explicó que el Golfete de Coro es atravesado por seis complejos de tuberías y una en desuso, entre ellas el poliducto- gasoducto del sistema ULE- Amuay y que va desde el Lago de Maracaibo. El 26 de septiembre de 2021, comenzaron a verse la continuidad de las fugas, aunque empezaron en 2020 y se observaron por imágenes satelitales o denuncias de los pobladores de las zonas cercanas.
Principalmente se vieron contaminadas cuatro zonas: Tiguadare, Punta Maragüey, Río Seco y Punta Cardón. Luego en junio y julio de 2020 comienzan las protestas de pescadores y que con ello se anunciaron planes para resarcir los daños que no se han cumplido.
El especialista detalla que los derrames y fugas también provienen de lavado de buques petroleros, rebose de piscinas de las refinerías y fugas de tuberías, que todas afectan a las comunidades que viven de la pesca y, por supuesto, perjudica la biodiversidad marina. No existe conocimiento de la magnitud del daño que ha causado en el Golfete de Coro, todos los derrames no atendidos con planes de contingencia, porque no hay un estudio público ni privado por falta de recursos y personal para aplicarlo.
Para Jesús Urbina, representante de Transparencia Venezuela, los derrames y fugas se tratan de hechos ligados a la gran corrupción y que forman parte de los delitos ambientales. Actualmente no hay manera de acercarse a los ministerios nacionales para investigar al respecto, incluso, hay denuncias de desinformación y negación al acceso de la información oficial.
Se tiene conocimiento que desde hace 15 años no se ejecutan saneamientos, sino que se reparan las tuberías que al poco tiempo vuelven a romperse.
Expectativas de los pescadores
Luego de largas luchas entre protestas y reuniones con el personal de Pdvsa y los gobernantes regionales y municipales durante los últimos tres años, los pescadores de varios poblados de Falcón confirmaron a La Patilla que esperan una indemnización por parte de la estatal petrolera que se dará antes de culminar este 2023. También se espera un saneamiento del Golfete de Coro y, por último, el cambio de las tuberías que ya están muy deterioradas y tan viejas, que no ya no aguantan más reparaciones.
En el último derrame de crudo registrado este año, hace exactamente un mes, resultó afectado directamente un grupo de pescadores de Amuay, a quienes se les manchó la lancha y las redes. Pdvsa les informó que recibirán una ayuda por estos daños que afectaron a cinco familias.
¿Qué hay en el Golfete de Coro?
El Golfete de Coro está clasificado como hidrográfico, es decir, una incisión en la costa, más grande que una caña y más pequeña que un golfo. Situado entre el litoral occidental de la propia costa marina falconiana y el istmo de los Médanos, entre las puntas de Cardón y Maragüey.
Una investigación que publicó Sandra B. Giner F. del Instituto de Zoología y Ecología Tropical, Universidad Central de Venezuela, detalla que Punta Maragüey y Punta Caimán, ubicados en el occidente del estado Falcón, son dos barras que se extienden en dirección suroriente-noroccidente desde la costa, que se forman con los aportes de sedimentos provenientes de la desembocadura del río Mitare al occidente del Golfete de Coro.
Ambos presentan grandes extensiones de planicies intermareales bordeadas al occidente por ecosistemas de manglar, donde predomina el Mangle Negro (Avicennia germinans), y una barra al oriente que separa el intermareal de la playa arenosa.
“Estos sitios reciben grandes concentraciones de aves playeras de diversas especies, entre ellas el Playero Pecho Rufo o Playero Rojizo rufa (Calidris canutus rufa), el Chorlito Piquigrueso (Charadrius wilsonia wilsonia) y el Zarapito Trinador (Numenius phaeopus) que llegan a reponer la energía y nutrientes necesarios para continuar con su migración anual. Desafortunadamente, en la actualidad estos sitios presentan amenazas importantes por estar ubicados cerca de dos refinerías de petróleo, Punta Cardón y Amuay en el suroeste de Paraguaná, y por la presencia de oleoductos y gasoductos submarinos y terrestres en la zona”, explica la investigación.
“Los derrames de petróleo pueden tener un impacto directo en las aves individualmente, pero lo más importante es que destruyen el hábitat que sirve de alimento a las aves playeras, como los pequeños cangrejos y los gusanos marinos. Se trata de una devastación medioambiental sistémica“, afirma Brad Winn, director de Manejo de Hábitat para Aves Playeras de Manomet.
Los especialistas consultados para este trabajo aseguran que se deben retomar los planes de contingencia, trabajar en equipo con especialistas para buscar las estrategias que ayuden al Golfete de Coro a restablecer su flora y fauna marina, sustituir las tuberías marinas que ya cumplieron su vida útil y hacer planes para evitar futuras fugas.